El pais
SUSCRÍBETE

La viacrucis a Dapa 131123

Un pasado domingo tuve la estúpida idea de llevar a un grupo...

29 de mayo de 2012 Por: Mario Fernando Prado

Un pasado domingo tuve la estúpida idea de llevar a un grupo de amigos turistas a ese lugar precioso que es Dapa. Como ya habían estado en Calima y la carretera al mar, pensé que esta invitación iba ser del mejor recibo.No atiné a recordar que la carretera tenía algunos problemas de huecos y de mal estado del pavimento, así que me enruté hacía tan paradisiaco lugar: Una vista imponente sobre el Valle, un clima ligeramente frío como para amainar el calor que estamos padeciendo por estos días y un par de restaurantes de buena comida y -como dicen- esmerada atención.El viacrucis comenzó apenas cruzamos a mano izquierda por la antigua vía que va a Yumbo. Ni para qué les cuento el lamentable estado de ese camino de herradura en el que al inicio hay dos parcelaciones en las que viven -vaya paradoja- sendos padres de la Patria, amén de otras figuras y figurones del empresariado comarcano.Íbamos a paso de tortuga cuando una caravana de ‘narco burbujas’ nos arrinconó sorpresivamente: cuatro o cinco ‘búnker’ polarizados le abrían paso a la joya de la corona: un quién sabe quién o mejor un yo sí sé quién al que le hacen la venia en el lugar.Mis invitados tan sólo atinaron a preguntarme que si esa vía era segura o que si no era mejor volver al hotel que ofrecía para ese día un menú típico que parecía muy especial.Tranquilos, les dije, mientras sacaba de la chamba a mi pobre pichirilo que casi se desbarata. Una señora que iba en el puesto trasero y por culpa de los obligados zig zag que debí hacer, se mareó y hubo que abrir la ventanilla en medio de un polvero impresionante.Al llegar al puente y tomar la subida les dije algo así como cesó la horrible noche. Empero, empezamos a ascender y qué horror: si por la parte plana llovía por la empinada no escampaba: a medida que trepábamos, la carretera se ponía peor y peor y por más charla y música del dúo Recordar es Vivir que sonaba a todo full, fue imposible disimular el malestar de tan decepcionados amigos.Ya arriba, las cosas se tornaron críticas: transitar se volvió imposible. Hube de detenerme varias veces o para dar paso a otros vehículos o para no atentar contra los riñones de mis pasajeros. La carretera está destrozada y prácticamente intransitable.Tan mal momento lo salvó el restaurante de Manolo en el cual hubiéramos querido quedarnos para no tener que soportar lo que nos esperaba: la bajada fue peor porque comenzó a llover y no hay ni la señalización ni la iluminación requeridas. Total, llegamos al hotel pasadas las 8 de la noche. Al otro día que me llamaron a agradecer el convite no pudieron estos turistas ocultar que habían vivido una pesadilla en medio de semejante veraneadero tan hermoso.¿Veraneadero? me pregunté. Nada quise decirles porque Dapa no es sólo eso: allí viven 7 mil familias de todos los estratos que suben y bajan diariamente. Sobre este particular el Alcalde de Yumbo -municipio al cual pertenece este corregimiento- dice que está pendiente de un concepto jurídico que determine si esta vía es departamental o municipal, concepto que no ha sido necesario para arreglar las vías de otros corregimientos como Yumbillo y Montañitas. En síntesis si la carretera es departamental nada puede hacerse porque el Departamento no tiene un centavo partido por la mitad y si es del municipio, peor porque Yumbo no cuenta con los recursos suficientes y, además, Dapa no produce votos.

AHORA EN Columnistas

Columnistas

Oasis

Columnistas

Originalidad