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Mario Fernando Prado

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La Cámara de las Cámaras

Ajena a la politiquería, ha conservado una independencia tal, que no ha sido posible que se la tomen los mandatarios de turno, respetándose su imparcialidad a toda costa...

15 de marzo de 2024 Por: Mario Fernando Prado

A lo largo de esta ya larga vida he conocido a la Cámara de Comercio de Cali desde las épocas de don Alfonso de Francisco, Juan Martín Caicedo Ferrer (al que con Gustavo Álvarez Gardeazábal le hacíamos sus informes anuales), Fabio Rodríguez, Mario Ernesto Calero (ambos ya fallecidos), Julián Domínguez, Roberto Arango y más recientemente Esteban Piedrahita y Luis Fernando Pérez.

Con la mayoría de ellos trabajé en actividades periodísticas, cívicas y publicitarias, pudiendo dar fe de sus manejos acertados y de sus inquebrantables acciones en favor de la comunidad, el desarrollo y progreso regional, al punto que se convirtió en un referente y un aliado de esta Cali, sueño bañado por un río.

Sus directivas y sus funcionarismos han tenido desde siempre un compromiso misional convirtiendo a esta institución en un modelo de gestión y cohesión que la ha llevado a ocupar un liderazgo nacional y un referente obligado, incluso internacionalmente por ser un ejemplo que ha querido ser copiado por propios y extraños.

Ajena a la politiquería, ha conservado una independencia tal, que no ha sido posible que se la tomen los mandatarios de turno, respetándose su imparcialidad a toda costa y las diferencias que hayan podido existir, han sido dirimidas internamente con objetividad y gallardía.

Por estas razones y otras más, no veo por qué se quiere ahora, por parte de un grupo minoritario, pedir la cabeza de su presidente, todo un ex viceministro de educación, quien fuera un altísimo funcionario de la muy prestigiosa Fundación Ford y un seguro sucesor en la rectoría de la Universidad Autónoma de Occidente, cuyo padre cuasi noventón, no logró convencerlo de que ocupara tan honroso cargo.

Entiendo que detrás de este complot está el petrismo que pretende apoderarse de las riendas de la entidad, como ya lo hizo con la Cámara de Comercio de Bogotá, argumentando una baja gestión y unos pobres resultados, lo cual ha sido, con cifras y datos, desmentido totalmente.

Menos mal que varios de los conspiradores han entrado en razón y no será posible esta decapitación, aunque como dicen por ahí, el enemigo no duerme, y por eso ya la sociedad civil, los gremios, los líderes empresariales y cívicos, los medios de comunicación serios, al igual que más de 122 emprendedores beneficiados con la Cámara, han salido a defender la que yo creo que es la Cámara de las Cámaras de Comercio de nuestro país.

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Posdata. Impresionante la asistencia a la Asamblea de la Unidad de Acción Vallecaucana, fundada hace décadas por nuestro colega Jaime Correa López y un grupo de caleños y que en los últimos años ha proseguido con su labor de trabajar por la unión de la caleñidad y la búsqueda de nuevas y mejores oportunidades para nuestro mejor estar y más impresionante aún, la cerrada ovación que le propinamos a Álvaro Correa Holguín quien tomó las riendas de la institución que hoy es uno de los patrimonios empresariales, cívicos y morales que nos reivindican con nuestra región.

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