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El sexo y los números

Empecemos por aclarar que lo ignoro todo sobre el sexo, “ese abismo...

4 de agosto de 2011 Por: Julio César Londoño

Empecemos por aclarar que lo ignoro todo sobre el sexo, “ese abismo de la razón”, como lo definía Estanislao Zuleta; o “el acto más natural, bello, intenso y maravilloso que el dinero puede comprar”, si nos atenemos a Woody Allen. Por eso mismo, por mi ignorancia, me limitaré a transcribir aquí las principales conclusiones del estudio que acaba de publicar la revista Semana.Dice la encuesta que los hombres tienen su primera experiencia sexual a los 16,4 años y las mujeres a los 18,4. La conclusión obvia es que las morrongas han pasado al ataque y que las “veteranas” de dieciocho se están engullendo a los sardinos.El sexo sigue siendo un tema embarazoso. No es fácil hablar del beso francés en la mesa ni de camándulas chinas con la mamá ni preguntarle al papá si tuvo experiencias homosexuales en su belle époque (¿Tú le jalaste, papi?). No. El sexo puede ser bello, natural y lo que usted quiera, pero sigue siendo un tabú.Los jóvenes están jartos de que les hablen de anticonceptivos, abortos y venéreas. ¡Sólo quieren acción! Moraleja: si una charla sobre Enfermedades de Trasmisión Sexual no tiene una buena carga de erotismo, sensualidad y tips de seducción, será otro sermón en el desierto.De todas las prácticas sexuales, los colombianos prefieren el sexo oral (73%). Le siguen el consumo de pornografía (60%), el sexo anal (37%), hacerlo en lugares públicos (28%) y los tríos (19%).Los vientos de la modernidad se sienten en la encuesta. Es creciente el porcentaje de los que practican sexo virtual, usan disfraces en la cama, se filman o contratan servicios de strippers. Las fiestas swingers, en cambio, están a la baja. Perdieron atractivo desde que se supo que había tipos sin escrúpulos que llevaban señoritas prepagos y las canjeaban por señoras buenecitas. ¡Juego limpio, señores!Los prostíbulos sobreviven. Un considerable 16% sigue utilizándolos. La doble penetración es practicada por un significativo 9% (yo pensaba que esta acrobacia era un efecto especial de los videos que nos mandan por mail nuestros desvelados amigos onanistas).La encuesta trae una pregunta que es pura poesía posmoderna: ¿Se puede alcanzar un orgasmo en línea? La respuesta es prosaica y categórica: uno, sí; dos, no.Otra pregunta: ¿Es frecuente que los abonados pasen del plano virtual al real? Es muy probable, dice la encuesta y cita la anécdota de la niña que chatea con un amigo: “Ya hemos hablado mucho por Facebook… ¡Es hora de que pasemos a Twitter!”.Afirma el estudio que la fama de los negros como buenos amantes es un mito, aunque reconoce que están mejor dotados que los blancos; es decir (concluyo), que algo de cierto hay en el mito. Que si uno es romántico, creativo y negro, es perfecto.De las encuestas, lo que más admiro es a los encuestadores. Viven expuestos a encontrarse con señores mamagallistas, como Vargas Llosa: “¿Sexo oral? No, lo prefiero escrito”. Hay que tener paciencia. Y valor. Si no, cómo hacen para abordar a una señora en la calle y espetarle así como así: ¿Le gustan los tríos? ¿El sexo anal? ¿Los negros? ¿La triple penetración? ¿Cuántas veces por semana? ¿Siempre con el mismo? Califique de uno a cinco la importancia intrínseca de a) la longitud. b) el diámetro. c) … No, yo no podría hacerlo, ni siquiera con tres copas encima, y ruego al cielo que la vida no me ponga nunca en ese trance.