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¿El comandante Santos?

Aunque parezca increíble, la fábula de que Santos es comunista, que le...

7 de julio de 2016 Por: Julio César Londoño

Aunque parezca increíble, la fábula de que Santos es comunista, que le entregará el mando a ‘Timochenko’ y ‘venezolanizarᒠa Colombia, ha hecho carrera. Los creyentes se dividen en dos grupos: uno está integrado por millones de fieles, gente humilde que ignora la historia del país y la de los Santos, y se alimenta solo con los trinos que expide Uribe. El otro grupo es pequeño, unos cuantos miles de personas ilustradas. No creen en la fábula, por supuesto, pero la repiten porque aman las soluciones de fuerza. O por conveniencia: sus negocios, o sus prebendas, serían mejores si el uribismo recupera la presidencia. José Obdulio, Paloma, Fernando Londoño, los ganaderos, los latifundistas de tierras regadas con sangre, los palmicultores, los mercaderes de la guerra, la minería extractiva a gran escala y los carteles monopólicos estarían mejor bajo una sombrilla de ultraderecha.Demostrar que Santos no tiene un pelo de comunista es fácil. Históricamente, su familia es de la línea más conservadora del Partido Liberal. Es sobrino nieto de Eduardo Santos, un presidente al que se lo recuerda porque frenó la ‘Revolución en marcha’ de Alfonso López Pumarejo, un liberal-liberal que estaba modernizando el país, y sobrino de Hernando Santos, el hombre que mangoneó la política nacional por más de veinte años, hasta su muerte en 1999. Lo tenía todo: la panza del arzobispo, la chequera del industrial y la dirección de El Tiempo.Juan Manuel Santos estudió en reductos académicos tan subversivos como Harvard, la Universidad de Kansas y la London School of Economics, donde aprendió el credo económico que profesa, el neoliberalismo. Prueba de esta filiación es su amistad con Tony Blair, los buenos negocios de su familia con Luis Carlos Sarmiento, el respaldo de los industriales colombianos, la reducción del impuesto a las herencias y la lesiva política tributaria contra la clase media.Santos fue mincomercio del liberal Gaviria, minhacienda del gomelo conservador Andrés Pastrana y mindefensa de Uribe, un liberal godo, como Santos.Como mindefensa o presidente, dirigió la Operación Jaque y las misiones que dieron de baja al ‘Negro Acacio’, ‘Iván Ríos’, ‘Raúl Reyes’, ‘Mono Jojoy’ y ‘Alfonso Cano’.Como buen aristócrata culifruncido, Santos desprecia al campo y a los campesinos, maneja mal los paros agrarios e incumple los compromisos adquiridos para levantarlos; la política de restitución de tierras aún no alcanza el 5% de sus metas; no dudó un segundo para quitarle la Cartera de Agricultura a Juan Camilo Restrepo y entregársela primero a un palmicultor y luego a un latifundista. Por la falta de respaldo del Presidente, renunció al Incoder Myriam Villegas, una funcionaria tan destacada que a uno le cuesta trabajo creer que sea hermana de Germán Villegas. En suma, el pésimo manejo de lo rural ha sido la más crasa contradicción de la Administración Santos.En lo que se refiere a las licencias para la minería extractiva, Santos ha sido casi tan laxo como Uribe, su archienemigo.Como nadie es perfecto, también ha hecho cosas buenas. La mejor, su tozuda apuesta por la paz. Si usted se opone a este gran proyecto nacional por la fábula del Santos comunista, tranquilícese. Nada más ajeno al Presidente que la generosidad y las políticas sociales. En todo caso, no olvide que la elección no es Santos o Uribe sino guerra o paz.Sigue en Twitter @JulioCLondono