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El banquero y la camarera

Cuando una de las camareras del Hotel Sofitel de Manhattan, una guineana...

26 de mayo de 2011 Por: Julio César Londoño

Cuando una de las camareras del Hotel Sofitel de Manhattan, una guineana de 32 años, entró a la suite de US$3.000 la noche en la mañana del sábado 14 de mayo, se encontró con un espectáculo insólito: uno de los hombres más poderosos del mundo, el banquero Dominique Strauss-Kahn, estaba allí viringo y erecto. Con la flema propia de su profesión, la guineana carraspeó, se disculpó por su intromisión y trató de retirarse como si nada, como si ya empezara a cansarse de ver directores mundiales del FMI en cueros, pero el hombre saltó con una agilidad sorprendente para su edad, le cerró el paso, le tocó los pechos y trató de violarla. La guineana se resistió pero él la obligó a practicarle una felación. “Luego ella escupió sobre la alfombra los rastros de la escena”, según la curiosa frase del redactor de Semana. A las 12:28 P.M. Strauss-Kahn pagó la cuenta, se marchó del hotel, almorzó con su hija y a las 4:40 abordó un vuelo de Air France con destino a París. Pero no alcanzó a despegar: fue capturado en su cómodo sillón de primera clase por la Policía de Nueva York.El viernes 20 de mayo la Corte de Manhattan lo dejó libre mediante una fianza de un millón de dólares y una caución de cinco millones. Mientras las autoridades resuelven su situación no podrá salir de Nueva York y deberá portar siempre en el tobillo derecho un localizador electrónico. Su suerte dependerá del resultado que arrojen las pruebas de las muestras de ADN tomadas de las uñas de la camarera, y del análisis del trozo de alfombra que la policía recortó en la suite.Sea cual sea el resultado, Strauss-Kahn está muerto políticamente. Después de esto le será difícil alcanzar siquiera la presidencia de SaludCoop. El hecho es lamentable por donde se lo mire. A pesar de su abominable conducta, Strauss-Kahn era un hombre clave de la política mundial, y el candidato más opcionado para suceder a Nicolás Sarkozy en la Presidencia de Francia. Este escándalo le despeja el camino a la ultraderechista Marine Le Pen, hija del viscoso facho Jean Marie Le Pen. Con semejante alternativa, lo mejor es que repita Sarkozy. Strauss-Kahn es considerado un genio de la economía. Estaba jugando un papel clave en los rescates financieros de Grecia, Irlanda y Portugal. Era un enemigo declarado de las especulaciones financieras, de la ‘flexibilidad laboral’ y de la globalización, en una palabra, de los mercados no regulados, y un partidario decidido de la injerencia del Estado en la economía. En momentos en que los poderosos democratacristianos de Ángela Merkel le han bajado el tono a sus salmos de alabanza al mercado y se inclinan (tímidamente) por el fortalecimiento del Estado social de mercado como un dique contra los excesos de las finanzas globalizadas, el papel que podía jugar Strauss-Kahn era definitivo (controlado tradicionalmente por Europa, el FMI es un contrapeso vital a las políticas económicas del BID, un banco controlado por Estados Unidos y partidario a ultranza del nefasto modelo neoliberal). P.D: Mañana a las cinco de la tarde Armando Barona Mesa dictará una conferencia sobre los aspectos penales del magnicidio de Sucre en el salón de eventos de la Catedral de Palmira. Invitan Pedro Nel Ospina y Libardo Valencia, miembros de la Academia de Historia de Palmira.