Claudia contra los “lavaperros”

Movido el debate sobre la corrupción, concretamente el caso Odebrecht, organizado por Claudia López y Jorge Robledo. Robledo Blandió su elocuente látigo, insistió en que el Fiscal está enredado en inhabilidades y tiene rabo de paja (debe ser por esto que poco aprieta). Demostró que la adjudicación a dedo del proyecto Ocaña-Gamarra fue un negociado del Gobierno y que no podía ser una adición del proyecto La Ruta del Sol porque son dos carreteras perpendiculares. Parece que la geometría no es el fuerte de los congresistas, porque nadie se atrevió a controvertir el extraño argumento.

Claudia López mostró la tupida telaraña de la corrupción y la metamorfosis de los políticos colombianos: primero fueron uribistas, luego fueron santistas y ahora son vargaslleristas. Por ejemplo Juan Manuel Santos. O Vargas Lleras. O Uribe. O Lizcano. O mil más que están llegando a la tercera fase. Al final mostró un video que dejó en evidencia las mentiras del Fiscal en su rifirrafe con Claudia la semana pasada, y su militancia en Cambio radical. Cerró su intervención llamando “lavaperros” a los honorables, en alusión a que son fusibles de los capos: Uribe, Santos y Vargas.

Como todo el mundo se sintió aludido, el Congreso en pleno reviró. Pero lo curioso fue que en lugar de desvirtuar las acusaciones, los senadores se pusieron dignos. Hablaron del respeto. De la observación de las formas. Se quejaron del bajo nivel del debate. Estamos decepcionados, repetían cariacontecidos. Uno de ellos se puso bíblico: el que esté libre de pecado que tire la primera piedra, dijo el senador Correa, de Opción Ciudadana. Diego Fernando Galán nos recordó que él renunció a la dirección de Cambio Radical por los casos de ‘Kiko’ Gómez y Oneida Pinto, pero no explicó por qué no renunció al partido. Rodrigo Lara, que hace esfuerzos para copiar a Robledo (gestualidad, pausas, ironía) lo acusó de ser cómplice de Samuel Moreno. Punto para el pedante Lara.

Daira Galvis, vargasllerista ella, una veterana a la que se le embolataban los papeles, insinuó con un giro elíptico de la mano las afinidades sexuales de Claudia con Parody, otra chica Odebrecht, y le recordó un pecado venial a Claudia, que sacó rápidamente su bífida lengua para responderle a “la abogada de alias la Gata”. La jurisperita gatuna dijo que ella era “demoliberal”, lo que significa, explicó, que defiende “ángeles y demonios”.

La pastora liberal pentecostal homofóbica Vivianne Morales nos advirtió sobre la amenaza inminente de la instauración del comunismo (Uribe debía acusarlos de plagio a ella y a Vargas. ¡Los embustes también tienen derechos de autor!). Uribe nos explicó que la renuncia de Óscar Iván Zuluaga a la candidatura presidencial por el CD fue “por gallardía”, no por el pedo mayúsculo de Odebrecht. Paloma Valencia explicó que Santos no jugó limpió en la segunda vuelta porque Odebrecht le dio 14.000 millones de pesos para la campaña (mucho más que a Zuluaga, home).

Como Claudia hizo un llamado a derrotar la corrupción con el voto en las elecciones de 2018, Everth Bustamante (CD) la acusó de promover el debate con ánimo electorero… y cerró su intervención con una ejemplar proclama electorera: “A partir del 7 de agosto de 2018 empezaremos a corregir todos los desafueros de este Gobierno”, dijo el converso.

Posdata: Esta noche el escritor y gestor cultural Omar Ortiz lee sus poemas, lanza un nuevo número de la revista Luna Nueva y conversa con Betsimar Sepúlveda. Copa de vino. Teatro Esquina Latina. 7:30 p.m. Camisa limpia. Aporte voluntario.

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