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El momento de las regiones

Hemos venido sosteniendo, a la manera del profesor Michael Porter, quien visitó...

28 de abril de 2012 Por: Julián Domínguez Rivera

Hemos venido sosteniendo, a la manera del profesor Michael Porter, quien visitó el país esta semana para participar en Expogestión Caribe y en el VI Encuentro Nacional de Comisiones Regionales de Competitividad, que son las regiones el núcleo desde el cual se genera la competitividad en las naciones. Bajo el modelo del Sistema Nacional de Competitividad, en Colombia se crearon 32 Comisiones Regionales, cuyo fin debe ser el generar un pensamiento estratégico efectivo que defina un marco hacia el cual se deben dirigir las regiones para mejorar su posición económica. Al amparo de las Comisiones se formularon Planes Regionales, con las acciones y las apuestas productivas priorizadas por cada departamento para mejorar sus índices de competitividad.Con todo, un análisis realizado por Planeación Nacional y la Red de Cámaras de Comercio permitió identificar diversos cuellos de botella que han impedido avanzar en estos planes, principalmente por la desarticulación de los gobiernos locales con el sector privado, cuyo trabajo conjunto es fundamental para que las regiones avancen. Otro problema es la falta de definición de las funciones de los actores que participan en las comisiones y que no se ha logrado articular a los empresarios con los proyectos productivos identificados. Una vez más sale a flote que, pese a que estamos ‘sobrediagnósticados’, la baja capacidad de gestión de los temas y de producir resultados es un gran freno. Y como competitividad es lograr, no simplemente hacer, como lo dijo Eduardo Salazar en el Encuentro de las Comisiones Regionales, estamos abocados a correr una maratón ante la entrada en vigencia del TLC en 15 días. Así lo afirmó Porter: “El Tratado con EE.UU. nos ofrece la oportunidad de acelerar el proceso y hay que usarlo de manera positiva para movilizar a todos los actores con el fin de elevar nuestros estándares y ser de clase mundial”. ¿Cómo hacerlo? El camino está señalado. Es necesario trascender de la institucionalidad de la competitividad a que la empresa y las regiones sean las protagonistas. La empresa es la que genera los recursos y los empleos, y si avanzamos en el tema del valor compartido de Porter, quien dice que es deber del sector privado involucrarse en la solución sostenible de los problemas de la sociedad, pasando de la filantropía y de la Responsabilidad Social, a un concepto mucho más amplio cuyo fin es generar mayor calidad de vida e ingresos para la gente. Por ejemplo, fortalecer la cadena de proveedores para que se tecnifiquen y sean más productivos, y así obtengan mayores ganancias, o impulsar la educación con pertinencia para generar profesionales que den mayor valor agregado a las apuestas productivas y los clúster. O trabajar en soluciones de fondo para problemas como la calidad del agua o del sistema de salud, porque una región no podrá ser productiva si su capital social se encuentra en malas condiciones. Porque competitividad es productividad y desarrollo del capital humano. Afortunadamente, este tema ya está llegando a la agenda de las grandes compañías, como se vio en la reunión de empresarios de la Cumbre de las Américas.Y la protagonista es la región porque las políticas macro sin una fortaleza en su ejecución en las regiones se quedan en enunciados y titulares de prensa. Los protagonistas son los 32 departamentos, a través de estrategias y prioridades, articulación público -privada y medición de los avances. Es hacer la tarea, aprovechando la oportunidad que ofrecen las regalías para mejorar la plataforma para hacer negocios. Como dice Porter, sólo la gente en las regiones lo podrá hacer.

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