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La cercanía del tren

Un sistema de transporte multimodal, regional y eficiente como este, genera importantes impactos urbanísticos, económicos, sociales y ambientales

30 de enero de 2020 Por: Juan Esteban Ángel

El 2020 inició con una noticia que creo, es excelente para los vallecaucanos: tanto la gobernadora Clara Luz Roldán, como el alcalde de Cali Jorge Iván Ospina, manifestaron su disposición para seguir avanzando como ciudad región en el propósito común de tener un tren de cercanías.

Cali, por su dinámica económica, se consolida cada vez más como nodo central de un área metropolitana que requiere ser pensada y conceptualizada de esta manera, para tener un desarrollo sostenible e integral. En esa perspectiva, la movilidad y la conectividad juegan un papel fundamental. Hoy muchas familias duermen en ciudades aledañas y trabajan en Cali o viceversa.

Esa interacción social y económica entre Cali, Jamundí, Palmira y Yumbo implica unos retos en los desplazamientos, donde generar soluciones de movilidad sostenible y con perspectiva regional es fundamental para responder a la dinámica de crecimiento poblacional y empresarial del Valle del Cauca, y para crear condiciones que favorezcan la competitividad y traigan bienestar a los habitantes.

Para tal fin, al analizar las cifras de los estudios de prefactibilidad presentados recientemente, los cuales fueron financiados por la Gobernación del Valle, el gobierno francés y las alcaldías de Cali, Jamundí, Yumbo y Palmira, apoyados por Propacífico, en una ejemplarizante demostración de articulación público - privada, se puede concluir que el tren de cercanías, sin ser la única, es una solución interesante. Se contaría con una extensión total de 72 kilómetros, se alcanzaría una velocidad de 70 kilómetros por hora, lo que permitiría desplazarse de Yumbo a Jamundí en unos 45 minutos aproximadamente. Además, el tren reduciría las emisiones de CO2 en 2,5 millones de toneladas entre los años 2025 y 2055, dado que sería un sistema eléctrico que minimizaría el uso de combustibles.

Esta es una iniciativa que puede llegar a beneficiar a cerca de tres millones de personas. Un sistema de transporte multimodal, regional y eficiente como este, genera importantes impactos urbanísticos, económicos, sociales y ambientales.

En lo urbanístico, por ejemplo, se aprovecharía el antiguo corredor férreo para recuperar algunas zonas que han sido invadidas, lo que favorecerá el desarrollo urbano e incrementará el espacio público para el goce de los ciudadanos. En lo económico se estaría realizando una importante inversión en la ciudad, se dinamizarían las actividades en las áreas cercanas al tren, unido a los beneficios sociales, pues se mejora la accesibilidad de las personas a un transporte digno. En lo ambiental claramente tendríamos una reducción de las emisiones y mejoramiento del ruido en la ciudad.

Los retos de un proyecto de esta envergadura son muchos. En ese sentido, un desafío importante ahora es crear la autoridad regional o entidad que lidere y articule las políticas que permitan la integración entre los transportes públicos de todos los municipios, la integración tarifaria y la integración física. Igualmente es de vital importancia que se aseguren los recursos para avanzar con los estudios de factibilidad, además de garantizar el compromiso del Gobierno Nacional en el proyecto.

Es clave que los mandatarios elegidos continúen con el proceso, pues indudablemente con la posición que han planteado en estos primeros días de sus gobiernos, muchos nos estamos ilusionando con la cercanía del tren.

Sigue en Twitter @Juanes_angel