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Empatía de crisis

La realidad que nos está tocando nos muestra, una vez más, que no son los individuos más aptos y fuertes los que sobreviven.

21 de mayo de 2020 Por: Juan Esteban Ángel

La realidad que nos está tocando nos muestra, una vez más, que no son los individuos más aptos y fuertes los que sobreviven, sino quienes, en unión con otros, logren adaptarse mejor a los cambios, pues hoy más que nunca nuestra supervivencia depende de la cooperación.

La empatía es uno de los principales rasgos que nos hace humanos. Hoy entendemos que lo que ha marcado nuestra diferencia evolutiva no es la astucia individual, sino nuestra capacidad de sintonizarnos con otros, de coordinar actividades cooperativas y de cuidar a quienes lo necesitan.

De hecho sabemos que biológicamente estamos equipados para sentir, literalmente, lo que el otro siente, gracias a las llamadas neuronas ‘espejo’ o neuronas de la empatía, que nos permiten a los seres humanos conectarnos unos con otros.

Los expertos coinciden en que somos empáticos cuando estamos dispuestos a sintonizarnos con los intereses y visiones de los demás, y no solo con los propios; siendo capaces de “ponernos en los zapatos del otro” para entender sus necesidades, sentimientos y problemas.

En la vida en tiempos del Covid-19 impulsar la recuperación económica requerirá de la mayor dosis de empatía de la que seamos capaces de liberar.

La preocupación que se tiene sobre la evolución de la economía, el temor a perder el empleo, la incertidumbre frente a los ingresos, el que gran cantidad de trabajadores informales no puedan salir a trabajar, y que empresas se queden sin caja y recurran a medidas como el recorte del personal, el cierre de locales e incluso el cierre total, han llevado el índice de confianza del consumidor a su nivel más bajo desde que se hace su medición.

Según Fedesarrollo la confianza de los consumidores cayó vertiginosamente en abril, registrando un balance de -41,3%. La disposición de los colombianos a comprar vivienda bajó 27,2 puntos porcentuales, la de adquirir bienes durables 31,2 y vehículo 10,9. Al tiempo, según Raddar, se dio el crecimiento más bajo de la historia en cuanto al gasto en los hogares colombianos, registrándose en -5,15%.

Y ¿cómo puede la empatía ayudar a nuestra economía? Ser empáticos
significa estar al día en los pagos, si los ingresos lo permiten, garantizar que la ayuda llegue a quienes más lo necesitan y brindar apoyo a las familias más afectadas en estos momentos; que ayudemos a activar las economías locales comprando a emprendedores; que enfoquemos nuestro consumo a productos nacionales y apoyemos iniciativas públicas como ‘Compra lo nuestro por Colombia’, así como otras de origen privado que buscan los mismos propósitos.

Vemos cómo surgen plataformas virtuales para unir iniciativas de emprendedores para superar los retos del Covid-19; proyectos de economía colaborativa y campañas desde los sectores más golpeados como el de la gastronomía, el turismo, el transporte y la belleza, entre otros, que estamos llamados a apoyar.

Nadie puede decir que estaba preparado para afrontar los impactos que está trayendo el Covid-19, y de una u otra manera, todos hemos sido afectados. Reactivar la econovida, es decir, la economía y nuestras vidas, en el contexto de la pandemia, será más fácil activando esas fuertes conexiones que tenemos unos con otros y enfocando nuestro consumo en el apoyo a lo local.

Sigue en Twitter @Juanes_angel