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Poetas colombo cuates (2)

En México encontraron los poetas surrealistas franceses el surrealismo hirviendo en su...

12 de julio de 2011 Por: Jotamario Arbeláez

En México encontraron los poetas surrealistas franceses el surrealismo hirviendo en su propia magia. Les recomiendo los textos de Artaud y la reciente biografía de Leonora Carrington por Helena Poniatowska. Y en ese escenario que suceden las alucinantes escenas de Las enseñanzas de Don Juan. Para acentuar mi deuda de gratitud con México debo consignar que allí me fue publicada mi obra ‘Paños menores’, que con tanta fortuna me ha abierto tantos planes por el planeta. Este testimonio de afecto por la tradición cultural popular mexicana la refrenda con sus experiencias propias Federico Díaz-Granados en su prólogo esclarecedor. En verdad que seríamos otros, más pobres mental y culturalmente, si no nos hubiéramos asomado a Pedro Páramo y a La muerte de Artemio Cruz. Podrá resultar que éstas mis sinceras palabras resulten un festival de alabanzas, pero no soy avaro con el elogio cuando se impone. México ha puesto en Colombia, en los últimos tiempos, un embajador que, amén de su impecable gestión diplomática, ha conquistado los círculos intelectuales con su actividad generosa, invitando poetas mexicanos a Colombia y colombianos a México, propiciando eventos y publicaciones, como la antología que esta noche se lanza a los cuatro vientos en esta Feria del Libro. Del autor, Federico, podríamos decir que es el ejecutivo del año de la poesía, si la palabra ejecutivo no fuera tan sospechosa, casi tanto como las palabras año y poesía. Porque para la poesía no existe el tiempo. Desde su gabinete en la biblioteca del Gimnasio Moderno, entre verso y verso y entre tinto y tinto, despliega una actividad cultural sin antecedentes en ningún claustro. Todos los días hay talleres, lecturas de poesía, presentaciones de libros, espectáculos artísticos, proyección de películas. Homenajes consagratorios de poetas vivos y honores antes del entierro de poetas muertos. Hace poco estuve en Montevideo y en un puesto de prensa encontré una antología de poesía joven de Uruguay y Colombia, compilada por quién iba a ser sino por Federico. Y ahora tenemos, la Antología de poesía contemporánea México y Colombia, donde participan 25 poetas jóvenes y representativos de cada país, que acaba de salir de la imprenta a la Feria y por lo tanto no hemos tenido aún oportunidad de saborear. Pero allí están nuestros jóvenes amigos de las dos latitudes. Que entraremos a conocer, convencidos de que deben estar allí porque confiamos en el olfato de Federico. Tengo el convencimiento de que la poesía sana y salva. Que la poesía despierta, la poesía redime, la poesía reclama, la poesía maravilla. Qué otra cosa son los milagros de los taumaturgos sino poemas. Qué son sino poemas los tratados de paz con la tinta fresca. Qué sino un poema multitudinario es lo que acaba de hacer el poeta Javier Sicilia en la Plaza El Zócalo en ciudad de México, como protesta por el salvajismo que le arrebató a su hijo como a otros 37 mil hijos de sus papás. Centenares de miles de personas protestando en silencio. “Lo que vimos a partir de ese silencio fue la poesía en acto, en sentido de comunión, para decir ¡Ya basta!” dijo el poeta. Si tantos puentes hay tendidos entre México y Colombia, este volumen lírico es un nuevo puente de integración, de hermanaje. Hermanados en el amor como en el dolor, en la pena como en la furia. Que viva México en Colombia como viva Colombia en México. Este libro de poesía hace que seamos un solo corazón contra las tormentas.

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