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Sindéresis

Al escuchar las voces de los que hoy aparecen en los medios como líderes de la sociedad, vuelvo al proemio de la Divina Comedia y encuentro que muchos de ellos han perdido la vía recta

13 de septiembre de 2020 Por: Jorge Humberto Cadavid Pbro

“En medio del camino de nuestra vida me encontré por una selva oscura, porque la recta vía era perdida. ¡Ay, cuán dura es esta selva salvaje, áspera y fuerte, cuyo recuerdo renueva el miedo! Es tan amarga, que poco lo es más la muerte: pero por tratar del bien que allí encontré, diré de las otras cosas que allí he visto”. Cuánto he repasado este proemio de ‘la Divina Comedia’, en estos días en que surge ante tanta violencia desencadenada, la idea de haber perdido la sindéresis y nuestro ciudadano no encuentra un juicio justo, verdadero y certero,
encaminando la sociedad y al hombre hacia la anarquía, terrorismo y la
muerte.

Como lo dice este proemio, cuanta indignación represada en el pueblo, es como una selva salvaje y oscura, puesto que ya hace muchos años se entró en ella y hemos sido torpes para encontrar la salida. Ya lo decía el papa Francisco en su homilía del 27 de marzo cuando en esa soledad de la plaza de san Pedro, dijo: “No nos hemos despertado ante las guerras e injusticias del mundo, no hemos escuchado el grito de los pobres y de nuestro planeta gravemente enfermo. Nos ha sorprendido una tormenta inesperada y furiosa, que ha desenmascarado nuestra vulnerabilidad y deja al descubierto esas falsas y superfluas seguridades. Se cayó el maquillaje de esos estereotipos con los que disfrazábamos nuestros egos”.

Al escuchar las voces de los que hoy aparecen en los medios como líderes de la sociedad, vuelvo al proemio de la Divina Comedia y encuentro que muchos de ellos han perdido la vía recta y hacen que esta selva salvaje sea más áspera y oscura. Falta un maestro como Virgili, que de la mano guíe al pueblo a hacer el camino y tener entonces la compañía de la sabiduría, como lo pidió Salomón, para escuchar, oír los gritos del pueblo y saber elegir lo que se necesita. Desgraciadamente pareciera que muchos de ellos carecen de magnanimidad, prudencia y mesura, y prefieren seguir empujando al pueblo hacia lo más profundo de la selva, para “continuar imperturbables pensando en mantenerse sanos en un mundo enfermo” (papa Francisco); no hemos tenido la capacidad y sensibilidad de mirar el momento que sufren la nación y el mundo para remar en la misma dirección: Unidad de esfuerzos y sentimiento de hermandad en una misma lucha, la vida y la dignidad del hombre.

Ante las circunstancias imprevistas del Covid-19, que no solo es para Colombia sino para el mundo entero; ante un proceso de paz que no termina de implementarse por ausencia de escucha del pueblo, de las víctimas, no podemos dejar que nos falte sindéresis ante los temores y miedos que estamos viviendo para que salte la tapa de la olla en forma violenta y desproporcionada; tenemos que dejarnos conducir por verdaderos líderes que escuchen y se dejen iluminar por la sabiduría y nos conduzcan fuera de la selva oscura por la que estamos caminando.