Los mayores son muy extraños
De nuevo se hace presente El Principito con la realización...
De nuevo se hace presente El Principito con la realización de la nueva película, su impacto lo confirman más de 250 traducciones a lenguas y dialectos y los más de 140 millones de ejemplares vendidos.Traigo un diálogo del capítulo X, en donde el Principito se encuentra en el planeta del Rey y allí dice: Las personas mayores son muy extrañas: Si yo le diera a un general la orden de volar de flor en flor como una mariposa, o de escribir una tragedia, o de transformarse en ave marina y el general no ejecutase la orden recibida ¿de quién sería la culpa, mía o de él? La culpa sería de usted, le dijo el Principito al Rey con firmeza. Exactamente. Sólo hay que pedir a cada uno, lo que cada uno puede dar, continuó el Rey. La autoridad se apoya antes que nada en la razón. Si ordenas a tu pueblo que se tire al mar, el pueblo hará la revolución. Yo tengo derecho a exigir obediencia, porque mis órdenes son razonables.De la misma manera el padre jesuita Jorge Loring dice acerca de tantas propuestas que los hombres desde su percepción individualista y egoísta de la existencia han llegado a confundir como derechos y a imponerlos como avances de la sociedad y la cultura diciendo: Aunque el gobierno haga una ley dando permiso a los burros para que vuelen, no por eso a los burros les van a salir alas. Se plantean tantas discusiones sobre lo que uno quisiera y no puede porque debe respetar la convivencia, y para que pueda vivir en paz la humanidad debe aprender la tolerancia, pero la confundimos con el no intervenir para no ganarse enemigos y estamos conformando una sociedad que se excluye por temor o por no ser acosada por el bullying. Una sociedad de actitud indiferente por comodidad. Santo Tomás de Aquino, gran estudioso, padre de la escolástica dice que pareciera que a los hombres nos está faltando lo siguiente: La Sindéresis, también llamada por Tomás de Aquino razón natural, es cognoscitiva. Un hábito innato por el cual la persona conoce y regula su naturaleza humana, y su razón (tanto teórica como práctica) y su voluntad, y está abierta a estas facultades, tanto en su estado nativo como activadas. La sindéresis se conoce por medio del hábito de sabiduría, y ambos dependen del intelecto agente. El Aquinante al definir la Sindéresis nos acercó al misterio del hombre que cuando le da paso a la fe descubre la sabiduría como ese punto de encuentro con la transcendencia y la hace un tesoro para el conocimiento de tal manera que puede exclamar junto con el libro Bíblico de la Sabiduría: Es más bella que el sol y que las constelaciones; comparada a la luz del día sale ganando, pues a éste le revela la noche, mientras a la sabiduría no le puede el mal. Alcanza con vigor de extremo a extremo y gobierna el universo con acierto. Y como aquel desprevenido que estuvo en el estreno de la película del Principito y exclamó: Debemos salir del egoísmo y buscar lo esencial.