El pais
SUSCRÍBETE

Inicio

Artículo

La política no es cuestión de maniobras

Asumamos lo aprendido en la crisis que estamos pasando, llenémonos de coraje y dejemos aflorar la compasión

6 de marzo de 2022 Por: Vicky Perea García

“El único giro aceptable en la Iglesia, es hacia Jesucristo, y desde él, a la humanidad”; quiero iniciar mi opinión de hoy con las palabras del Arzobispo de Bogotá referidas a preguntas en entrevista suscitada por la visita del candidato Petro al papa Francisco, en el cual tratan de manipular este hecho, como un giro de la Iglesia hacia la izquierda, por esta visita al Vaticano.

Quiero recordar para ir aclarando, no solo la respuesta del arzobispo Luis José Rueda, sino lo que el papa Francisco dijo en visita al Vaticano del presidente del gobierno español: Pedro Sánchez: “La política es una de las formas más altas de la caridad cristiana”, al tiempo que le ha advertido de “las ideologías que se apoderan de la nación” o de las “maniobras” que no responden a un acto de servicio. “Es muy triste cuando las ideologías se apoderan de las interpretaciones de una nación, de un país y desfiguran la patria”, ha dicho el santo padre: “Las ideologías sectarizan, las ideologías deconstruyen la Patria, no construyen”.

A lo anterior agreguemos lo que en el libro Soñemos juntos, hablando de la crisis en la que nos metió el Covid-19, nos dice: “Para salir mejores de esta crisis necesitamos ver claro, elegir bien y actuar en consecuencia”, para ello nos invita a que nos atrevamos a soñar y es cuando le escuchamos hacer una dura crítica a los sistemas e ideologías que conspiraron para generar la situación actual, desde una economía global obsesionada con los beneficios, pero indiferente al daño causado a las personas y al medio ambiente, a los políticos que fomentan el miedo de sus pueblos y lo usan para aumentar su poder y es ahí cuando propone un proyecto inspirador y concreto para construir un mundo mejor que coloca a los desfavorecidos y al planeta en el centro de un nuevo pensamiento, y muestra que cuando los individuos se unen para actuar a pesar de sus diferencias pueden descubrir imprevistas y maravillosas posibilidades.

Por tanto, una política que se desentienda de los pobres, nunca podrá promover el Bien Común. Una política que se desentienda de las periferias nunca sabrá entender el centro y confundirá el futuro con un proyectarse a través de un espejo.

Un llamado especial a los líderes, a los gobernantes, a los políticos para que en lugar de estar buscando la forma de llegar al poder haciendo alianzas, asumamos lo aprendido en la crisis que estamos pasando, llenémonos de coraje y dejemos aflorar la compasión y así reimaginemos nuestro mundo, para que transformemos el dolor del prójimo en esperanza y por eso nos dice el Papa que esta organización que debemos implementar no es de tipo corporativo, sino evangélica.

“Hace falta un movimiento popular que sepa que nos necesitamos mutuamente, que tenga un sentido de responsabilidad por los demás y por el mundo. Necesitamos proclamar que ser compasivos, tener fe y trabajar por el bien común son grandes metas de vida que requieren valentía y reciedumbre; mientras que la vanidad, la superficialidad y la burla a la ética no nos han hecho ningún bien. La era moderna, que tanto desarrolló y proyectó la igualdad y la libertad, ahora necesita añadir, con el mismo impulso y tenacidad, la fraternidad para enfrentar los desafíos que tenemos por delante. La fraternidad dará a la libertad y a la igualdad su justa sinfonía”.