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La paz como camino de esperanza

Que al iniciar el año 2020, nos dejemos iluminar por la sabiduría divina la que nos muestra el rostro del hermano y nos enseña a vivir en Paz con Dios, con nuestros hermanos, con nosotros mismos y con la creación.

1 de enero de 2020 Por: Jorge Humberto Cadavid Pbro

‘La paz como camino de esperanza: diálogo, reconciliación y conversión ecológica’ En este título se encierra la idea global del mensaje del papa Francisco para la jornada No. 53 por la paz del 1 de enero del 2020.

Sabemos que la guerra a menudo comienza por la intolerancia a la diversidad del otro, lo que fomenta el deseo de posesión y la voluntad de dominio. Nace en el corazón del hombre por el egoísmo y la soberbia, por el odio que instiga a destruir, a encerrar al otro en una imagen negativa, a excluirlo y eliminarlo. La guerra se nutre de la perversión de las relaciones, de las ambiciones hegemónicas, de los abusos de poder, del miedo al otro y la diferencia vista como un obstáculo; y al mismo tiempo alimenta todo esto.

Debemos buscar una verdadera fraternidad, que esté basada sobre nuestro origen común en Dios y ejercida en el diálogo y la confianza recíproca. El deseo de paz está profundamente inscrito en el corazón del hombre y no debemos resignarnos a nada menos que esto.

La paz, camino de escucha basado en la memoria, la solidaridad y la fraternidad. El mundo no necesita palabras vacías, sino testigos convencidos, artesanos de la paz abiertos al diálogo sin exclusión ni manipulación. De hecho, no se puede realmente alcanzar la paz a menos que haya un diálogo convencido de hombres y mujeres que busquen la verdad más allá de las ideologías y de las opiniones diferentes. La paz “debe edificarse continuamente”, un camino que hacemos juntos buscando siempre el bien común y comprometiéndonos a cumplir nuestra palabra y respetar las leyes. El conocimiento y la estima por los demás también pueden crecer en la escucha mutua, hasta el punto de reconocer en el enemigo el rostro de un humano.

La Iglesia participa plenamente en la búsqueda de un orden justo, y continúa sirviendo al bien común y alimentando la esperanza de paz a través de la transmisión de los valores cristianos, la enseñanza moral y las obras sociales y educativas.

La paz, camino de reconciliación en la comunión fraterna, insiste el Santo Padre en la necesidad de un diálogo sincero, en el acercamiento de las personas como esa actitud humana que aunque está llena de tensiones alberga esa esperanza del encuentro, que si no olvidamos la meta nos da la confianza para avanzar en un diálogo fructífero que nos reconcilie y nos lleve aun a la conversión ecológica, resultado del amor fraterno. Es necesario más que nunca, escuchar a los otros y estar dispuestos a cambiar para el bien de todos.

Que al iniciar el año 2020, nos dejemos iluminar por la sabiduría divina la que nos muestra el rostro del hermano y nos enseña a vivir en Paz con Dios, con nuestros hermanos, con nosotros mismos y con la creación.