El nuevo orden mundial

Quiero entrar a un tema muy amplio, debido a que abarca todos los campos de la vida hoy en día: ‘La teoría de conspiración acerca del llamado Nuevo Orden Mundial’. Se dice que es “la existencia de un plan diseñado con el fin de instaurar un gobierno único, colectivista, burocrático y controlado por sectores elitistas y plutocráticos, a nivel mundial”, y algo quiero decir sobre ello, porque de alguna manera y en algún momento, han colocado al papa Francisco en este grupo y hasta lo proponen como un posible gobernante de dicha ‘Unnwo’ (por sus siglas en inglés).

Esta expresión siempre ha estado en la mente de los hombres cuando en momentos de inmensas crisis buscan soluciones con las cuales se logre la colaboración de todos para poder salir de ella y tener un campo viable para la vida humana. Noticia de la aparición de esta frase o idea la tenemos después de la Primera Guerra Mundial, en el documento de 14 puntos del presidente de EE.UU., 1918, Woodrow Wilson, antecedente de la creación de la ONU.

En marzo de 2020 el papa Francisco ya tuvo su primer distanciamiento con este grupo, que ha utilizado la pandemia del Covid-19 para proponer un gobierno mundial con el poder enfocado en un grupo de milmillonarios y que se hace visible al anunciar la campaña anual del día internacional de la felicidad, junto con un llamado a la solidaridad y a la unión para combatir el Covid-19. El Papa se situó en contravía con dicho grupo con la expresión que el mismo día, en la sala del consistorio, les decía a los cardenales que le llevaron al gobierno de la Iglesia: que él quería “una Iglesia pobre, para los pobres”, de ahí el nombre escogido de Francisco. Dicha frase fue ratificada el mismo mes de marzo de este año cuando en su homilía en la Bendición Urbi et Orbi, entre otras cosas dijo:
“No nos hemos despertado ante las guerras e injusticias del mundo, no hemos escuchado el grito de los pobres y de nuestro planeta gravemente enfermo”.

Los objetivos de la sustentabilidad del Unnwo, que se han propuesto ya en varias oportunidades para los primeros años del tercer milenio, como el abordar la pobreza, el hambre, la contaminación del agua y más, parecen admirables, caen en la manipulación del gobierno mundial como la censura de los medios, la vigilancia masiva de los ciudadanos y el control de la atención médica.

Y cuando muchos piensan que la nueva encíclica ‘Fratelli Tutti’ fue un espaldarazo a este movimiento, los invito a que lean detenidamente los números 15,16, y 17 y 18 en donde se distancia totalmente de lo que es un poder que esclavice al hombre y lo domine bajo apariencias de ayudarle, a un nuevo orden que sirva y rescate la dignidad humana: “La mejor manera de dominar y de avanzar sin límites es sembrar la desesperanza y suscitar la desconfianza constante, aun disfrazada detrás de la defensa de algunos valores”; “En esta pugna de intereses que nos enfrenta a todos contra todos, donde vencer pasa a ser sinónimo de destruir… un proyecto con grandes objetivos para el desarrollo de toda la humanidad hoy suena a delirio”; “Cuidar el mundo que nos rodea y contiene, es cuidarnos a nosotros mismos. Pero necesitamos constituirnos en un nosotros”; “Partes de la humanidad parecen sacrificables en beneficio de una selección que favorece a un sector humano digno de vivir sin límites”.

Definitivamente, muy distintos los dos; los primeros: el poder para una élite que quiere unificar; el otro: unir para dignificar sirviendo a la dignidad del hombre.