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“El deber fundamental del político”

“Servir al derecho y combatir el dominio de la injusticia es y...

8 de octubre de 2011 Por: Jorge Humberto Cadavid Pbro

“Servir al derecho y combatir el dominio de la injusticia es y sigue siendo el deber fundamental del político. En un momento histórico, en el cual el hombre ha adquirido un poder hasta ahora inimaginable, este deber se convierte en algo particularmente urgente. El hombre tiene la capacidad de destruir el mundo.” Palabras pronunciadas el 22 de septiembre por Benedicto XVI, ante los miembros del Parlamento alemán.Cuando en Colombia nos aprestamos a elegir democráticamente los líderes municipales, departamentales, concejales y diputados y los miembros de las juntas comunales, las palabras dirigidas al ‘Bundestag’ debieran servir de reflexión a quienes aspiran a ser elegidos, como también al pueblo que los va a elegir, para hacer un discernimiento que en realidad sirva al desarrollo integral del pueblo colombiano, y sea un acto verdaderamente libre y democrático para que el derecho sea lo que triunfe y se domine la injusticia para vivir en un Estado que da oportunidades a todos sin excluir a nadie.“Es evidente que en las cuestiones fundamentales del derecho, en las cuales está en juego la dignidad del hombre y de la humanidad, el principio de la mayoría no basta: en el proceso de formación del derecho, una persona responsable debe buscar los criterios de su orientación”.Benedicto XVI, ante el pleno de la Cámara Alta y en presencia de la Primer Ministra alemana y su gabinete, resaltó la importancia de la misión de la Iglesia en la cultura como iluminadora de la conciencia del hombre sin imponer a ningún estado su parecer y por eso habló así: “Permítanme que comience mis reflexiones sobre los fundamentos del derecho con un breve relato tomado de la Sagrada Escritura. En el primer Libro de los Reyes, se dice que Dios concedió al joven rey Salomón, con ocasión de su entronización, formular una petición. ¿Qué pedirá el joven soberano en este importante momento? ¿Éxito, riqueza, una larga vida, la eliminación de los enemigos? Nada pide de todo esto. Suplica en cambio: “Concede a tu siervo un corazón dócil, para que sepa juzgar a tu pueblo y distinguir entre el bien y mal” (1 R 3,9). Con este relato, la Biblia quiere indicarnos lo que debe ser importante en definitiva para un político. Su criterio último y la motivación para su trabajo como político no debe ser el éxito y mucho menos el beneficio material. La política debe ser un compromiso por la justicia y crear así las condiciones básicas para la paz. Naturalmente, un político buscará el éxito, que de por sí le abre la posibilidad a la actividad política efectiva. Pero el éxito está subordinado al criterio de la justicia, a la voluntad de aplicar el derecho y a la comprensión del derecho.Desde mi humilde opinión, y en esta columna, invitaría a nuestros candidatos a corporaciones públicas y gobiernos de los pueblos a que se dialogara abiertamente sobre el contenido de esta reflexión sobre el derecho y la justicia como fundamento para crear la paz, que deben ser el criterio último y lo que motive a todos aquellos que entran en la contienda por los puestos públicos y los gobiernos de las ciudades y departamentos.