¡Closed!

¡Cerrado temporalmente! Nos estamos reinventando, para ser dignos huéspedes de este Planeta. ¡Volveremos más sensibles, más humanos! Me llamó la atención este meme, me llegó en estos días y coincidencialmente me encontraba leyendo éxodo 32,7-14 donde dice: El Señor dijo a Moisés: anda, baja del monte, que se ha pervertido su pueblo, al que sacaste de Egipto. Pronto se ha desviado del camino que yo les había señalado. Se han hecho un novillo de metal, se postran ante él, le ofrecen sacrificios y proclaman: “Este es tu Dios, Israel, el que te sacó de Egipto”.

En nuestro continente: Donald Trump defiende su posición de relajar para mediados de abril el aislamiento por el Covid-19, al advertir que mantener esas medidas podría “destruir” el país: “Podemos perder una cierta cantidad de personas a causa de la gripe. Pero nos arriesgamos a perder más personas si sumimos al país en una recesión o una depresión”. Y el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, acusó a sus enemigos políticos y a medios de comunicación de “engañar” de forma deliberada a la población sobre el peligro que representa y se limitó a calificar la enfermedad de “un gripe”, esto mientras en el continente aumentan los muertos y los contagiados por el virus.

Decía el papa Francisco en entrevista en el último programa de Jordi Évole, el 22 de Marzo: “Es triste que sea esta tragedia la que recupere la convivencia humana, pero está siendo así”, más adelante: “Una empresa que despide para salvarse… no es una solución. Más que despedir hay que acoger y hacer sentir que hay una sociedad solidaria”, y finalizó diciendo: “Vamos a salir mejores. Menos, por supuesto, muchos quedarán en el camino y será duro. Pero tengo fe”.

Y ante las manifestaciones de algunos gobernantes del país, sobre ciertos acontecimientos de manifestantes que se toman supermercados o asaltan viviendas y ante sus peticiones que primero se mueren de hambre que del Covid-19, está la columna de opinión del Obispo de Quibdó el 24 de marzo en El Espectador y que en conclusión dice: “Si sabemos en los bolsillos de quiénes está el dinero, lo más lógico es que podamos exigirles solidaridad en este momento de crisis para la Nación. Los que han logrado las vacas gordas en un país empobrecido, deberían asumir con generosidad la iniciativa de contribuir con el costo de la actual crisis aportando una parte de sus ganancias, sin que corran el mínimo riesgo de entrar en quiebra. No es asunto de limosnas. La pregunta es para las mil empresas, como al sector financiero: ¿Cuánto van a devolver a sus benefactores? El pueblo colombiano”.

Si hacemos historia a nivel mundial cada tiempo trajo sus pandemias: La gripe española en 1918, se amontonaban los cadáveres, más de 40 millones, un subtipo de gripa H1N1. Su germen aparece en Kansas, cuando la economía europea estaba desgastada por la guerra y el ejército americano hacía su entrada por el puerto francés, la nación más golpeada por esta pandemia. Hong Kong 1968-69 su peste se llevó más de dos millones de personas. El Sida tiene más de 30 millones en su haber. Hacia el 2010-2019 China se empieza a convertir en potencia económica y posiblemente, dice el Fondo Monetario Mundial será el nuevo dominante de la economía en el mundo. ¿Saldremos más humanos después de pasar y salir vivos de esta experiencia?; ¿Aprenderemos a compartir las riquezas con los más necesitados?; ¿Entenderemos que el becerro de oro se nos ha convertido en un ídolo que nos tiene la mente embotada y el corazón cerrado, para que prime la economía antes que la vida?, como la canción de Palito Ortega; “Yo tengo fe, que todo cambiará”.