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Certeza de la verdad

Porque estoy convencido que un mundo sin Dios es un mundo sin...

5 de marzo de 2011 Por: Jorge Humberto Cadavid Pbro

Porque estoy convencido que un mundo sin Dios es un mundo sin equilibrio y que en ello tienen un papel muy importante las religiones como herramientas para conducir al ser humano a este encuentro, y que para Occidente ha sido base fundante la certeza de la verdad y la solidez de los valores que aportó el cristianismo para su inicio, es que quiero hacer una reflexión sobre lo que en la Iglesia Católica acontece y que ha salido a conocimiento de todos por la información que transmiten los medios de comunicación, la cual se había quedado silenciosa en pequeños círculos jerárquicos.Apoyo esta reflexión en las palabras que, siendo cardenal, el actual Papa pronunció en el Coliseo Romano en la celebración del ‘Vía Crucis’ el 25 de marzo de 2005 : “¿No deberíamos pensar también en lo que debe sufrir Cristo en su propia Iglesia? Cuánta suciedad en su Iglesia y también entre los que, por su sacerdocio, deberían estar entregados totalmente a Él, ¡cuánta soberbia, cuánta autosuficiencia!”. Sentimiento que es repetitivo y que lo expresa de una manera especial en el libro ‘Luz del Mundo’, cuando se refiere al caso Maciel.Marcial Maciel Degollado, fundador de los Legionarios de Cristo y de Regnum Christi, acogido en el seno de la Iglesia como autoridad y en la formación sacerdotal; consultor del Sínodo de Obispos, su doble vida descubierta ha dejado estupefacto y asombrado a Benedicto XVI. ¿Cómo con su doble vida pudo crear una comunidad tan importante para la Iglesia, acusado por abuso sexual contra menores, fraude y extorsión? Se hablaba de sus andanzas, mas no se escuchaban las denuncias dentro de la Iglesia, hasta que salieron los medios a mostrar las pruebas obtenidas.Terminaba el año vergonzoso para la Iglesia, 2010, según palabras del mismo Benedicto XVI, y el golpe no podía ser más duro: como lo decía reflexivamente en el vía crucis del 2005: “Cuánta suciedad en su Iglesia…”. Ahora German Doig Klinge, vicario general del Sodalicio de Vida Cristiana y coordinador del mismo movimiento, anuncia que su comunidad retira el proceso que hacía camino para su beatificación, porque ha encontrado pruebas convincentes de abuso sexual a jóvenes miembros de su misma comunidad, y como haciendo eco y recogiendo lo que en voz baja se dice en la Iglesia, el Süddeutsche Zeitung hace público el manifiesto de 144 teólogos alemanes, austríacos y suizos, exigiendo profundas reformas de la Iglesia, en cuanto al celibato, el sacerdocio femenino y la participación en la elección de obispos. Dice que son un número más alto de los que aparecen firmando, ya que otros no lo hicieron por temor a las represalias.La reflexión sana en este momento no es tanto la de acusar y ensañarse contra la Iglesia por el pecado de unos muy pocos, ignorando la inmensa labor de los muchos que sí son fieles a su vocación y su trabajo y que no se convierte en noticia para los medios, ni tampoco ignorar que hay que buscar la verdad plena de lo ocurrido y resarcir el daño causado. Sólo así, la Iglesia Católica puede anunciar al liberador y amoroso Dios Jesucristo, cuando ella misma sea un lugar y un testigo creíble del mensaje liberador del Evangelio; como en la Pascua del 2008 Benedicto XVI, al bautizar a los convertidos, invocaba la necesidad de verdaderos testigos para hacer creíble el evangelio y lo afirmaba también en carta el bautizado, subdirector del corriere Della Sera, en su periódico: “Los testimonios católicos que poco a poco se han convertido en un punto de referencia a nivel de la certeza de la verdad y la solidez de los valores, me han llevado a encontrar ‘la verdad’ en la Iglesia Católica”.