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Alberto Castro Zawadsky

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¿Habemus Sátrapam?

Tanto Petro como Trump dijeron siempre que si perdían la elección era porque les habían hecho trampa, y quedaba autorizado para volver a incendiar el país.

10 de febrero de 2024 Por: Alberto Castro Zawadsky

Se sigue discutiendo si Petro es un auténtico demócrata, que va a entregar el poder en el 2026. Muchos se desvelan con la duda. ¿Es que no lo oyen? ¿Qué parte de sus discursos no entienden? Él no tiene por qué rendirle cuentas a instituciones inventadas por la oligarquía. Él solo le responde a su pueblo, convertido en milicia popular, ya que los tercos militares insisten en apegarse a una constitución hecha para proteger privilegios.

La pregunta, un poco sonsa, de si dentro de ese cuerpecito se esconde un auténtico socialdemócrata, que va a respetar las reglas de transición pacífica del poder y va a ocuparse de realizar unas elecciones limpias, parece hecha por arcángeles sordos.

Tanto Petro como Trump dijeron siempre que si perdían la elección era porque les habían hecho trampa, y quedaba autorizado para volver a incendiar el país. Trump, por su lado, cumplió lanzando su turba al Capitolio.

No se entiende que son personajes egocéntricos, que han perdido por completo la capacidad para ver la realidad o aceptar cualquier regla que los limite. Estaban trastocados aun antes de llegar al poder y sustentan toda su ideología en una visión falseada, con la que venden odio, rabia y miedo.

Al ganar, logran patente de genios y su importancia no resiste comparación con ningún evento de la historia. Hasta AD (antes de Donald) o AG (antes de Gustavo), todo era un horror, las bandas criminales se paseaban impunes, los corruptos se embolsillaban todos los presupuestos, los hospitales y escuelas estaban en la miseria, el hambre era rampante.

Pero DG, el país cambió: los campesinos cantan en el campo mientras recogen los frutos de la tierra que dispensa el Señor, los criminales tiran sus armas y alaban el paso del Salvador, los maestros enseñan, los niños aprenden, los enfermos se curan.

Son muchos los libros que describen la distorsión mental que sufren los Narcisos cuando llegan al poder. Si los balances de la democracia actúan, incita a la guerra civil, y envía también turbas a las cortes, siguiendo los pasos de su amigo, el ventrudo vecino que afirma a gritos que ganarán por las buenas o por las malas. La pregunta no es si Petro tiene intención de respetar la democracia. La pregunta es si el pueblo y las instituciones son lo suficientemente sólidas para impedir la instalación de otro Sátrapa en Latinoamérica.

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