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Revisión del sistema pensional

Se puede ser productivo al menos hasta los 65 años. La edad debe ser la misma para todos: la expectativa de vida de las mujeres es superior a la de los hombres en todo el mundo.

6 de diciembre de 2022 Por: Gustavo Moreno Montalvo

Las pensiones son el sustento de quienes no pueden recibir ingresos laborales por invalidez, vejez o muerte. La vida tiene tres fases desde la perspectiva económica: preparatoria, productiva y de retiro. La preparatoria ha aumentado: se requiere más destreza para obtener ingreso a cambio de trabajo. La expectativa de vida también: hace un siglo era del orden de 40 años, y hoy tiende a 80 años. La productiva no ha aumentado, porque el mayor tiempo de preparación compensa el aumento en edad límite productiva. La fase de retiro ha aumentado mucho en Colombia desde que se estableció la seguridad social obligatoria universal en 1967. En esa época se podía subsidiar las pensiones con recursos públicos, de manera que lo recibido excediera el valor de lo aportado por patrono y trabajador con el rendimiento correspondiente: la diferencia entre la edad de jubilación y la expectativa de vida era muy pequeña.

El país estaba en transición de rural a urbano. Había expectativa de crecimiento rápido. Las edades de jubilación hoy son 62 años para los hombres y 57 para las mujeres, y la mitad de la población económicamente activa es informal. De allí la importancia de abordar el asunto en forma razonable, con mecanismos de transición para proteger derechos consolidados y expectativas muy cerca de consolidarse, pero también para evitar que el asunto sea ruinoso para las finanzas públicas.

El sistema pensional requiere ajustes. Si la mayoría de la población recibe un salario mínimo o menos, puede garantizarse ese monto a quien cumpla las condiciones que se definan a través de Colpensiones, con aportes de los trabajadores formales para el pilar correspondiente. El resto de los aportes debe canalizarse a fondos de pensiones de carácter individual, elemento esencial para financiar la inversión de largo plazo. Para evitar el desangre al fisco se debe suprimir el subsidio a los pensionados de mayor ingreso en el régimen de Colpensiones.

El subsidio de $500 mil para los ancianos informales propuesto por el gobierno puede ser razonable, pero es decisivo facilitar la creación de empleo formal, con beneficios muy importantes para la población y para el fisco. Este propósito requiere que el sistema de salud mejore su eficacia sin desmontar lo que existe, que es bastante bueno, y suprimir la cofinanciación por cuenta del empleo formal. Además se debe suprimir los aportes parafiscales y revisar el Sena y el Icbf como parte de una restructuración del sistema educativo del país, que debe descentralizarse y mejorar mucho; el pésimo desempeño en las pruebas internacionales lo evidencia.

Es necesario subir las edades de jubilación. Se puede ser productivo al menos hasta los 65 años. La edad debe ser la misma para todos: la expectativa de vida de las mujeres es superior a la de los hombres en todo el mundo. La clave para un futuro mejor es impulsar el crecimiento económico a tasas altas, para aumentar el valor real del trabajo, generar empleo formal, y aumentar el valor de los portafolios de los fondos de pensiones y su capacidad para pagar mejores pensiones en el futuro.
Esto no se logra con estrategias proteccionistas, sino con apertura al resto del mundo, con supresión de privilegios tributarios y protecciones no arancelarias, y revisión de los procesos públicos básicos para que el Estado funcione mejor y haya oportunidades para todos. Será decisivo cambiar mentalidades.