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Intervención estratégica

No se debe temer la ruptura con el statu quo. Los grandes cambios en la base material siempre tienen serias consecuencias en lo institucional.

13 de julio de 2021 Por: Gustavo Moreno Montalvo

El concepto de intervención estratégica surgió de problemas en el ordenamiento de las familias y la necesidad de hacer modificaciones sustantivas simultáneas para abordarlos. Se trasladó al ámbito de los negocios por la necesidad de formalizar prácticas según principios. Sin embargo, su aplicación más importante es en lo público, que suele requerir revisión integral en políticas económicas, sociales y culturales, y en particular en el diseño general de instituciones para enfrentar algunas consecuencias nocivas de la globalización de la economía y la sociedad. La realidad obliga a repasar cómo aprovechar oportunidades y mitigar riesgos, en pro de la supervivencia de la especie humana, propósito ulterior necesario de todos.

No se debe temer la ruptura con el statu quo. Los grandes cambios en la base material siempre tienen serias consecuencias en lo institucional. La formación de imperios conllevó ajustes a medida que la extensión aumentaba y que se construían lazos culturales desde el centro hacia la periferia. Tras la revolución industrial y las guerras napoleónicas, Europa del siglo diecinueve, en forma paralela al aumento en productividad y la creciente urbanización, vivió la formación de Alemania e Italia unificados. En el siglo pasado, tras las guerras mundiales, comenzó el proceso de integración entre países que habían sido enemigos tradicionales, en particular Francia y Alemania.

Simón Bolívar tuvo la visión de unir los territorios de los virreinatos de Perú y Nueva Granada y las capitanías generales de Venezuela y Quito. Hoy los países cobijados por el sueño bolivariano comparten deficientes diseños de lo público, lo cual redunda en tasas de crecimiento bajas frente a su ingreso potencial, y no tienen peso en el ámbito internacional. Cabría la intervención de las instituciones públicas de los 5 países para reorientar las políticas en dirección coherente con los retos y oportunidades del mundo de hoy: se podría establecer un sistema político con legislador responsable, justicia independiente del legislador y libre de propósitos políticos, cúpula pluripersonal a cargo de la gestión, control como responsabilidad primaria de la administración misma, estrategias de desarrollo con foco regional y planificación flexible y de largo plazo como mecanismo para asignar recursos. Como Venezuela está en poder de una camarilla sin interés en la democracia, Perú puede caer en el mismo esquema, Ecuador es el más pequeño de los cinco y Bolivia el de menos población, sería conveniente que Colombia se declarara en estado de intervención estratégica, se revisara y ajustara, y anticipara la integración bajo la premisa de que la unificación sería federal, para facilitar el proceso.

La tarea implicaría políticas sociales razonables, con igualdad de oportunidades y respeto a los derechos fundamentales como propósitos dentro del marco del Estado Social de Derecho. Si el país creciera a tasas del orden de 8%, que no sería difícil, en 5 años podría tener un mayor ingreso per cápita del orden de 40% con aumento poblacional de 1%, similar al actual. La integración significaría mayor diversidad en la economía, libre flujo de bienes, capital, y trabajo en un territorio enorme con una población importante, y no habría pérdida de oportunidades imputables a tasas de cambio u obstáculos fronterizos. Conviene dar el primer paso.
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