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El Pacífico y la región

Buenaventura debería ser la ciudad más próspera. Es el nodo natural entre el país y la cuenca del Pacífico.

16 de junio de 2021 Por: Gustavo Moreno Montalvo

El Océano Pacífico es el centro de la economía global: en él convergen EE.UU. y China. Sobre la costa pacífica de Sudamérica están las ciudades más importantes de Ecuador, Perú y Chile. En contraste, Buenaventura, el único puerto natural adecuado en la costa pacífica colombiana, es comunidad abandonada por el Gobierno y por el liderazgo regional, cuyo interés se ha centrado en el desempeño portuario, sin mucho éxito, pues la dilación en el dragado al canal de acceso le ha restado competitividad.

La información oficial sobre demografía y economía no es muy confiable, pero se sabe que el índice de necesidades básicas insatisfechas del municipio es del orden de 35% y la pobreza excede el 50%. La población está sometida a los enfrentamientos entre bandas criminales, en pugna por el control de canales para las actividades ilícitas de narcotráfico y conexas.

Buenaventura debería ser la ciudad más próspera. Es el nodo natural entre el país y la cuenca del Pacífico. La tarea sería inmensa, pero el impulso a estrategias creativas y el compromiso del Gobierno central con el papel que le corresponde como promotor natural de la inversión extranjera directa, podrían resultar en transformación colosal.

Por supuesto, la tarea comprendería una fase preparatoria, en todo caso necesaria, con provisión de infraestructura básica, educación básica y media con plena cobertura y calidad adecuada, ajustada a las estrategias de desarrollo que se identifiquen y a lo específico de la cultura afrocolombiana, y servicios de salud decorosos. Se habla de perspectivas en ecoturismo, pesca y cultivo de especies vegetales propias de la región. Esas opciones tienen alcance limitado.

En contraste, se deben explorar posibilidades de inversión de China, para agregar valor a bienes semiprocesados y reexportarlos a EE.UU. y Canadá sin impuesto arancelario con valor agregado local de al menos 35% bajo las reglas de los tratados de libre comercio, y con los beneficios de régimen laboral especial, bajo el marco de la Organización Internacional de Comercio.

La mano de obra directa inicial probablemente sería china, lo cual implicaría construir comunidad multicultural, pero el beneficio económico derivado de la atención a las necesidades de servicios de los inmigrantes sería enorme.

Este esquema detonador parece sueño desde nuestra atalaya criolla, pero no sería utopía desde la mira de la sociedad globalizada, y ofrecería plataformas de crecimiento a la comunidad de negocios y a la economía de la región. Construir ciudades desde cero no es novedad al otro lado del Pacífico, donde hay en progreso una epopeya para convertir en urbana y próspera la comunidad más grande del mundo, hasta 1978 rural y pobre.

La población de la costa pacífica vive en pobreza y violencia. Rescatarla es oportunidad y deber para los líderes regionales.
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