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Sigue el circo

El papa Francisco pedía que la gente no se llenara de hijos,...

8 de febrero de 2015 Por: Gustavo Gómez Córdoba

El papa Francisco pedía que la gente no se llenara de hijos, cual conejos, mientras la “Coneja” brincaba libre en una Panamá que la había recibido con sospechosa diligencia. La circular (en fútbol, tarjeta) roja de Interpol la convenció de no hacerle más “conejo” a la Justicia. El uribismo, entre molesto y preocupado, rodea a María del Pilar, haciendo caso omiso de que solo su apellido está tipificado y da pena de 32 a 108 meses. Trina Uribe de la ira en su cuenta de Twitter, mientras el más hosco de los ruiseñores, Obdulio, señala a la Fiscalía de cueva de ladrones, achacándoles a Montealegre y Perdomo conductas que medio país solo podría atribuirle, en el pasado, al propio Obdulio.Clara, a la que se le perdona el nada venial pecado de haber asistido al Cid Moreno en sus justas, lidera las primeras encuestas, en las que Morris queda como Desmond: ‘El mono desnudo’. Pacho cae. Pero no del puente donde un oficial usó como carga a un puñado de soldados, sino en las mediciones. Sube Pardo y se antoja el goloso Peñalosa.Petro, que no se mete al humedal de darle la bendición a uno cualquiera de los progresistas, sigue transformando a Bogotá en las toneladas de basura que casi le cuestan el puesto. De sus cuñados no dice ni pío. Afirma que lleva meses sin conversar con los parientes de su esposa, lo que muy mal habla de la unidad familiar. No conoce barreras Roy para amenazar con el cierre del ‘mermeladucto’ en las regiones donde se cometa el delito de votar por candidatos que no comulguen con los intereses de la Unidad Nacional. Brillan allí los Ñoños y los Musas, típicos representantes de las atípicas votaciones que, por lo general, suelen estar relacionadas con mares de dinero y presiones indebidas. Roy no ve nada de eso; apenas las enormes posibilidades que le atribuye a la recién resucitada Dilian Francisca.Los expertos del gobierno se pelean con los que fueron expertos del gobierno para convencernos de que el Niño es más o menos niño de lo que revela su llanto. Y el chicunguña se pasea por ese país caluroso que a Bogotá, con su clima nada tropical, le importa muy poco. Lo han dicho hasta la saciedad: si el chicunguña hubiera arrancado en Anapoima, cerca a la finca del presidente, se habría decretado emergencia nacional. Pero no.Santos felicita a la radio pública por sus 75 años de labores; hace unos meses el gobierno redujo su presupuesto de 26.500 a 17.500 millones. La celebración será tan austera como el cariño que los radiodifusores le tienen al Ejecutivo.En Venezuela, los colombianos -que otrora recibieran cédula para ponerlos a votar por Chávez- hoy son ciudadanos de segunda, expulsados de las filas donde Maduro deja caer migajas. La Cancillería apenas tuvo gasolina para una nota de protesta, en la que se defendía a un expresidente. La ministra oye a la gente en Cúcuta, pero es en Caracas donde se requiere de su voz.Yopal, sin agua. Gramalote, sin decisiones. La Línea, chueca. Patarroyo, sin vacuna (pero con micos). El conjuez de la Corte Constitucional, sin derecho a conciliar el sueño. James, sin dedo. Samper, sin escenario. Abuabara, sin rendirse. El Plan Nacional de Desarrollo, sin carne. La guerrilla, sin afán. Óscar Collazos, sin doblegarse. El caso Colmenares, sin solución. El Carnaval de Barranquilla, sin picós. Rioacha, ¿sin sed? Nápoles, sin mansión de Escobar. El novio de Miss Universo, sin futuro. El Santísimo, sin nombre. Los bancos, sin freno. Kiko, ¡sin vergüenza!Ultimátum: Firmemos rápido la paz antes de que la guerrilla nos declare la guerra química.