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Si los candidatos entendieran que un like o un follow no se traducen en un voto, el mundo (real) sería un mejor lugar para vivir.

10 de diciembre de 2017 Por: Gustavo Gómez Córdoba

Creyente, pero no practicante. Traducción: creo que Dios existe, pero los ritos y sacramentos son aburridos. La encuesta de Cifras & Conceptos sobre religión revela que el 90% de los encuestados cree en Cristo (74% católicos y 16% protestantes), pero que el 80% consulta el horóscopo, contraviniendo las recomendaciones de sacerdotes y pastores. No solo no respetan a: aunque el 52% pertenece a nivel socioeconómico medio o alto, la mitad no cree en la teoría de la evolución y apenas el 28% confía en el Big Bang como origen del universo. Esa platica se perdió.

Sondeo callejero. Los periodistas de radio, por lo general a petición de sus jefes, hacen sondeos informales de los que cualquiera puede adivinar el resultado sin mayores conocimientos estadísticos. Preguntar en hora pico a usuarios de transporte público por la calidad del servicio es tan previsible como, en la mañana siguiente del alza en los combustibles, consultar a conductores si están de acuerdo con la decisión del gobierno. Termina el periodista convertido en megáfono de verdades de Perogrullo.

Rotación de cultivos.
Después de tantos abusos de la derecha en el poder, la izquierda latinoamericana asume la responsabilidad enorme de garantizar que nadie más se atornille a las presidencias. Por eso, Rafael Correa gobernó Ecuador diez años y se prepara para regresar. Por eso Evo Morales va a cumplir doce al frente de Bolivia (y los que le faltan). Por eso Daniel Ortega ha sido presidente por 22 años y su esposa es vicepresidenta. Por eso Cristina Fernández fue presidenta ocho años, después de que su marido también lo fuera. Dignos exponentes de la tradición democrática de Fidel Castro, que por 49 años llevó las riendas de esa Cuba que le heredó su hermano Raúl, quien va camino de su primera década como presidente de una isla que le cabe en el bolsillo.

Periodismo independiente.
No lo ve la opinión pública en los grandes medios, a merced de los pulpos económicos, y en cambio sí en pequeños medios, siempre necesitados de publicidad y abiertos a recibir una orden de pauta de la gobernación o del cacique regional. ¿Independencia?

Política viral. Si los candidatos entendieran que un like o un follow no se traducen en un voto, el mundo (real) sería un mejor lugar para vivir. Y cuando sus huestes tienen crecimientos inusitados en las redes, es hora de pensar que algo poco transparente se esconde tras lo que pareciera ser una muestra de genuina popularidad. Los candidatos ‘disparados’ en el mundo virtual no deben apresurar celebraciones de triunfo, pero sí tener en cuenta que en la vida todo se paga. Sobre todo los seguidores con cara de huevo.

Sinceridad electoral. Un grupo de mujeres que combatieron con las Farc manifestó públicamente su inconformidad con las acusaciones sobre abortos forzados y abusos sexuales en la guerrilla. Si no fueron madres es porque no quisieron; si se acostaron con sus superiores fue porque quisieron. No se tienen hijos, aseguró una de ellas, porque “si estos niños nacen, el enemigo los puede utilizar para combatirnos y matarnos”. Claridad meridiana sobre estas sinceras declaraciones de excombatientes que saben perfectamente que mentir es causal de pérdida de beneficios.

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Ultimátum.
Si el astuto negociante que era Luis Gustavo Moreno llegó a ser fiscal anticorrupción, ¿por qué no puede el régimen chavista asombrarse con los niveles de corrupción en la industria estatal petrolera de Venezuela?

Sigue en Twitter @gusgomez1701