Oasis

Mijaíl Jachaturián de 57 años, llegó a casa en Moscú y se enfureció porque consideró que la sala estaba desordenada.

El día anterior el motivo había sido otro, y antes de ese, otro. Furibundo, llamó a sus hijas, Krestina, Angelina y María.

Las roció con un espray de pimienta que tenía preparado y se acostó. Las chicas, de 17, 18 y 19 años, no aguantaron más.

Esperaron a que Mijaíl durmiera, lo golpearon con un martillo y una lo apuñaló hasta que se desplomó.

Un año después, pueden estar 20 años en prisión las mayores y 10 la menor por asesinato premeditado.

Llevaban años sufriendo abusos sexuales y físicos por parte de él, que echó a la madre Aurelia bajo amenazas de matar a las 4 si volvía.

Sufrían aterrorizadas y vivían prácticamente esclavizadas, en una atmósfera irrespirable y temían por su vida.

El caso sacude a una Rusia machista y hay que defenderlas. Pido a todos mover el caso e implorar clemencia ante las embajadas rusas.

Allá una mujer es asesinada cada 40 minutos y unas 600.000 mujeres sufren violencia en el hogar cada año. Gracias por apoyar a Krestina, Angelina y María.