Oasis
Un buen termómetro del amor es la dadivosidad, o sea, tu capacidad de dar sin esperar recibir.
Es bien sabio este proverbio chino: “Cuando hagas favores no lo recuerdes, cuando recibas favores no lo olvides”.
Un buen termómetro del amor es la dadivosidad, o sea, tu capacidad de dar sin esperar recibir.
Dar como el árbol que entrega hasta su madera, como la flor que te regala sus colores y su aroma.
Dar sin contraprestación como lo hacen la Madre Tierra y la Madre Agua, como lo hace siempre Dios.
Es maravilloso cuando te das y compartes con los que no te pueden corresponder porque tu amor es incondicional.
Jesús decía que lo valioso es no pregonar el bien hecho y que la mano izquierda no sepa lo que hace la derecha.
Haz el buen propósito de regalar algo cada día: una sonrisa, un consejo, un abrazo, una oración silente.
Siempre comprobarás que hay más alegría en dar que en recibir, y que siempre en la vida te dan más de lo que ofreces.
Sigue en Instagram @Gonzalogallog