El pais
SUSCRÍBETE

Oasis

Amado Dios, lo que hay en mi vida, a pesar de las crisis y las vicisitudes, es una cascada, mejor una catarata de regalos.

5 de abril de 2020 Por: Gonzalo Gallo

Amado Dios, lo que hay en mi vida, a pesar de las crisis y las vicisitudes, es una cascada, mejor una catarata de regalos.

Innumerables bendiciones y dones, comenzando por la vida, de la que sólo tengo el presente, y un presente es un don para valorar.

Es mucho más lo que puedo que lo que no puedo: puedo respirar, amar, pensar, sentir, crear, recordar, imaginar, comer y digerir, andar.

Gracias amado Dios, puedo meditar, orar, bendecir, besar, acariciar, abrazar, sentir placer con el sexo, viajar, conocer, aprender.

Sí, gracias, Padre de amor, porque puedo jugar, trabajar, servir, disfrutar las artes o crearlas, danzar, divertirme y entretener a otros.

Puedo dormir, rascarme, defecar, orinar, vestirme, alimentarme, leer, escribir, ver, escuchar, olfatear, tocar, gustar.

En fin, mi Señor, hay más, pero hoy quiero ser consciente de que, si valoro todo, soy capaz de asumir en paz y con amor lo que sea.

Eso me enseñan millones de enfermos graves, lisiados, ciegos, sordos, amputados, pobres, y tantos que, golpeados por un mal, no sucumben y aceptan todo serenos.

Sigue en Instagram @Gonzalogallog

AHORA EN Gonzalo Gallo