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En tiempos críticos una poderosa ayuda es aprender de héroes ricos en amor, fe, resiliencia y superación.

La historia de Dana y Christopher Reeve es una de las más trágicas e inspiradoras de la historia del cine.

Recordemos que el eterno Superman se quedó tetrapléjico en 1995 a causa de un accidente mientras montaba a caballo.

Reeve experimentó en los días siguientes un calvario que suele desalentar o desesperar a muchos.

Sin la ayuda incondicional de su mujer, confesó en su biografía que le habría llevado al suicidio.

Dana, también actriz, le confirmó que iba a estar con él pasara lo que pasara: “Tú todavía eres tú y te amo”.

Así salieron adelante siendo un ejemplo para millones. Reeve murió en 2004 y Dana dos años después, con 44 de cáncer de pulmón.

Ambos pusieron en marcha una fundación para la lucha contra las lesiones de médula espinal que todavía hoy sigue sirviendo. Con amor y fe se puede.

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