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Oasis

Un papagayo amante del silencio voló un día en busca de un rincón tranquilo y fue bien recibido por otras aves.

2 de diciembre de 2020 Por: Gonzalo Gallo

Un papagayo amante del silencio voló un día en busca de un rincón tranquilo y fue bien recibido por otras aves.

El papagayo se sentía feliz. ¡Cuánta quietud! ¡Qué silencio! Pero no quería abusar de la hospitalidad y se despidió.

Estaba ya lejos y muy alto en su vuelo cuando vio una densa humareda sobre el lugar querido que acababa de abandonar.

Volvió y vio un incendio devorador. Entonces voló a una laguna, se mojo y sacudió sus plumas sobre el lugar del incendio.

Sin ceder a la fatiga se empapó muchas veces y dejó caer las gotas que le cubrían sobre las llamas.

Un hada que lo vio le dijo: no puedes apagar ese fuego con gotitas de agua. ¿Para qué lo haces?

- Sé bien que no podré apagar el incendio, pero quiero mostrar a mis amigos mi gratitud y que estoy con ellos.

El hada se conmovió e hizo caer del cielo una lluvia tan densa que, rápidamente apagó el incendio.

Sigue en Instagram @Gonzalogallog

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