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Cultivar el buen humor y sonreír te hace más accesible a los demás porque ellos valoran tu alegría y tu amabilidad.

El humor crea confianza y ambas cualidades mejoran mucho nuestras relaciones interpersonales y dan felicidad.

Según los estudios científicos, los demás están más dispuestos a comprometerse socialmente contigo si estas sonriente y tienes buen humor.

Una sonrisa tiene un gran poder de atracción y hace que otras personas se sientan a gusto con nosotros. Facilita la comunicación.

La sonrisa es contagiosa y eso lo muestran las llamadas neuronas espejo que tenemos en el cerebro y que son clave en el aprendizaje.

Actúan en las relaciones a través del modelaje que hacen los demás: estar de buen humor y sonreír influye para que otras personas sonrían.

El buen humor es mucho más que contar o leer chistes, es enfocarse en lo bueno de la vida y mantener un buen ánimo.

Es reírse de ti mismo, cultivar el ingenio, ser jovial, ameno, alegre y capaz de valorar los pétalos sin renegar de las espinas.