Oasis
El deber de todos ahora es cuidarnos y cuidar a otros, tener precaución y no propagar el temor.
Los gobiernos del mundo han reaccionado de manera torpe y lenta ante el coonavirus con pocas excepciones: China, Corea, Singapur.
Debido a eso, y a que muchos no se cuidan y se saltan las recomendaciones, es que este mal causa tanto estragos.
Muy tarde se han cerrado fronteras y mucho más tarde se ha ordenado que las personas estén en su casa.
A eso se agrega un pánico que, como toda emoción descontrolada, baja las defensas del sistema inmune.
El virus ya está muy controlado en China porque allá las autoridades reaccionaron pronto y son respetadas.
El deber de todos ahora es cuidarnos y cuidar a otros, tener precaución y no propagar el temor.
Por el contrario, sembrar esperanza, irradiar confianza y creer que todo en un tiempo va a estar bien.
Son aprendizajes que se sufren por carencia de amor, de consciencia y de no vivir como debe ser. Al humano le gusta evolucionar a las malas; con dolor y no con amor.
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