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Psicólogos vs. opinadores

Existe una gran diferencia entre opinar y emitir un criterio. Las...

1 de marzo de 2016 Por: Gloria H.

Existe una gran diferencia entre opinar y emitir un criterio. Las opiniones van y vienen y las hace cualquiera. Sobre lo divino y lo humano. De lo que quiera y como quiera. Basta con ‘interesarse’ por el tema y lanzar el chorro de ‘conocimiento’ empírico. Los Medios están llenos de opinadores que ‘dan cátedra’, no temen igualarse con el criterio de profesionales y argumentan muy olímpicos “no estoy de acuerdo”, como si fuera razón para cuestionar un criterio. Pero los criterios tienen base científica. Impresiona en especial la ‘igualada’ con los conceptos psicológicos, donde ‘todos’ creen que saben porque lo psicológico impregna la vida cotidiana y es ‘tan fácil’ hablar de eso.Empezando por el Procurador. Pareciera que ‘cualquiera’ puede argumentar sobre pedagogía infantil, psicología o educación sexual, al fin y al cabo, el ‘tema’ es de interés general y “todos opinamos” pues todos tienen sexo e hijos y ¡ya! Los abuelos decían que “la ignorancia es atrevida” y basta con escuchar las opiniones de los últimos días, incluidas las de la organización de padres y madres de familia denominada ‘Un paso adelante’. Para ellos, los niños y niñas no deberían recibir ninguna clase de formación sexual fuera de la casa. Otra vez, el atrevimiento de la ignorancia. Quieran o no, papás y Procurador, siempre, siempre hay educación sexual. Lo significativo es poder orientarla para que sea asertiva. Papá y mamá son los primeros educadores sexuales pero, qué pena, no siempre los mejores porque ellos educan a sus hijos con la carga de su historia personal. Y si no se recibe una información nueva, diferente, basada en criterios psicológicos, se corre el riesgo de ‘perpetuar’ errores. No siempre el ‘instinto’ es la mejor guía para educar. A veces sí, otras no. Preguntar no sobra. Cuántos castigos son totalmente instintivos (y crueles) porque se cree que los niños “no saben, no tienen uso de razón, no entienden”. Y si se cree que un niño es bobo hasta los 7 años, imagine el trato que recibe.Para educar de la mejor manera se necesita información nueva, revisión de creencias y un mínimo de asesoría profesional. Por mas buen papá o mamá que se sea ante un contratiempo en salud, por ejemplo, no se llega donde el médico a cuestionar su trabajo. Se le respeta porque hay consciencia de la ignorancia personal. Igual debería suceder con la Psicología y mas aún, con un tema como educación sexual donde el simbolismo está presente en todo el proceso. Todos tenemos un sexo pero conocer de Anatomía no da título en Sexualidad. Que lo digan los médicos… Claro, cualquier profesional se puede equivocar porque no es dios, pero hay que creer en su saber científico. ¡Por algo se los consulta! La Psicología es una ciencia y sus conceptos son científicos. Las opiniones no equivalen a verdad científica, así se oigan en los Medios. Desde una posición prepotente se considera que la opinión personal basta para dar cátedra sobre el tema. La sola experiencia no avala lo que se piensa o expresa, falta el conocimiento.Opinar es un asunto libre y espontáneo que se multiplica en micrófonos y redes sociales. El saber psicológico debe hacerlo un profesional o se corre el riesgo de que los Medios se consideren más poderosos que la ciencia. Pero todo parece indicar que para allá vamos .

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