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Ganó o perdió

Estamos acostumbrados a la dualidad: bueno o malo, espíritu o materia, arriba...

21 de junio de 2010 Por: Gloria H.

Estamos acostumbrados a la dualidad: bueno o malo, espíritu o materia, arriba o abajo, vida o muerte, éxito o fracaso. La cultura occidental nos educó para la dualidad y por ello creó barreras o fronteras mentales para intentar ‘controlar’ lo que no podía dominar. La totalidad (la unidad) se dividió y desde entonces somos seres fragmentados. Inconscientes, en automático, intentamos atrapar un solo lado de la unidad. De allí nuestra inconsciencia. Pero la división no existe.Juan Manuel Santos ganó la Presidencia pero ¡a qué precio! Es heredero de lo de Uribe y de la Colombia tradicional pero, claro, perdió (innegable) independencia. Tiene una votación numerosa, pero qué tanto su ‘unidad nacional’ es una unidad burocrática fruto de la angustia de los políticos que se sintieron perdidos y por ello se agarraron de aquello que los podía acoger, porque total, se parecen. Son lo mismo con nombres diferentes. Al grupo de Juan Manuel fueron a dar todos aquellos que perdieron. El grupo es muy, muy numeroso. Todos se arropan con la misma cobija y ese es el resultado. Los votantes que quieren más de lo mismo, allí están y suman nueve millones de compatriotas.Antanas Mockus no ganó la Presidencia pero el logro de su pensamiento y de su campaña son innegables. ¿Ganó o perdió? Ni lo uno ni lo otro. Abrió las puertas para que en Colombia podamos soñar con hacer las cosas de otra manera. Para creer que la política se pueda realizar con seres humanos honestos, coherentes y ‘limpios’. Un gran número de colombianos no queremos que nuestro país siga haciendo las cosas como hasta ahora. No queremos que la política continúe ejecutada -en su gran mayoría- por ‘vivos’, astutos, sin escrúpulos, ‘paracaidistas’. La política puede ser realizada desde la educación, con planteamientos profundos, con palabras que se construyen, no con las que se finge y se seduce. Antanas habló de independencia y discernimiento. Necesitamos que se construya una conciencia -el Pepe Grillo- que cuestione que se sigan repitiendo los desmanes del ‘todo vale’ en aras de los objetivos. El Partido Verde que sin alianzas ni apoyos, logró en estas elecciones más votos que en las pasadas, prueba que en cuatro meses, de la manera más artesanal y valiéndose únicamente de la esencia del grupo político y de planteamientos limpios, se pueden hacer cambios que oxigenen el futuro. El Partido Verde será ‘la piedra en el zapato’ en el nuevo Gobierno. Pero el pronóstico pinta ‘raro’ si allí, en el momento del triunfo, en la campaña de Santos, estaba J.J. Rendón, como si nada hubiese pasado. Esos son los ‘efectos’ de más de lo mismo. No aprenden o no quieren verlo o no quieren cambiar. O todas las anteriores. Claro, están las interpretaciones y cada quien analiza de acuerdo a sus creencias. El discurso de Santos fue flojo, populista y ‘más de lo mismo’: tenía que dar ‘demasiadas’ gracias, debía reconocer muchas cosas del pasado porque su campaña y su triunfo son fruto de lo que ya se hizo. Prometió y prometió y al revés del discurso de Mockus, cada deseo de cambio, era reforzar aquello en lo que fracasó Uribe. ¿Podrá cumplirlo? Antanas habló del futuro, del cambio indispensable que necesitamos, de que se comenzó a escribir una historia ‘diferente’ para este país sin alianzas, prebendas o favores. Cada quién hará su propio balance pero queremos persistir, aprender de lo que se vivió y seguir soñando. ¡Lo dijo Mockus!

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