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¡Cómo duele Falcao!

Hoy, día de la Selección Colombia, vuelvo a pensar en Falcao. Su...

17 de noviembre de 2015 Por: Gloria H.

Hoy, día de la Selección Colombia, vuelvo a pensar en Falcao. Su historia es la representación de lo que significa el éxito en una sociedad inmediatista. El sólo hecho de imaginar cómo podrá estarse sintiendo el hombre que hace un año ‘enloquecía’ un país y hoy, casi en el ostracismo, considerándolo de acuerdo a ciertos comentaristas ingleses “un paquete” o algunos colombianos que “deje de cotizar para Dios y se ponga a jugar fútbol”, su mundo interior debe estar golpeado y su autoestima inmensamente lastimada. ¡Ah! claro puede ‘refugiarse’ en sus creencias religiosas lo que es un paliativo. Pero los problemas psicológicos no se solucionan con religión (eso es evasión espiritual). Falcao afronta una fuerte crisis de reconocimiento y valoración que a los 29 años (ni a ninguna edad) es fácil enfrentar. Sobre todo porque estaba en la cima y su caída ha sido estrepitosa, rápida y “sin merecerla”. ¿Qué pasó?No es un problema de dinero. Hoy puede tener tanto que se podría ‘retirar’ de por vida. El problema está en el ‘cambio’ de realidades. ¿Culpa de quién? ¿La vida, el destino, Dios, la mala suerte, qué? Cada quien, de acuerdo a su especialidad o creencias podrá tener una respuesta. Los fisiatras una, los médicos otra, la opinión pública su parecer y los psicólogos, desde la psicogenealogía, otra. Pero lo que sí es claro es que hay que ‘ayudarlo’, ‘sostenerlo’, (no compadecerlo) al hombre sin el cual “no podíamos haber existido en Brasil”. Él, junto a otros, jalonó la autoestima nacional, nos permitió creer “que sí se podía” (y se pudo) y ayudó a crear esa sensación de orgullo patrio que ha contribuido a esta nueva ‘marca’ de ser colombiano.Desde el transgeneracional se analizan varios puntos: lleva el nombre de su padre y el de un futbolista que su padre admiraba. Su padre, le coloca guayos (con mucho orgullo) a los 4 meses. El niño quiso ser beisbolista pero su padre ‘lo encaminó’ para el fútbol, que era el sueño frustrado del progenitor. Luego a los 12 años, por decisión parental deseando ‘lo mejor’, lo ‘arranca’ de su familia y lo manda para Argentina para que sea ‘excelente’ en ‘su’ deporte. Este niño de 14 años, ¿cuántas noches lloraría por no tener ‘hogar’? Todo esto da como resultado un futbolista potencial maravilloso, que lo lleva al éxito esperado. Sin embargo, hay un bache fundamental: Falcao nunca eligió, nunca tuvo la oportunidad de decidir qué quería hacer en su vida. Este era el sueño de su padre, no el de él. Y cuando alguien no elige (por más buen resultado que dé la elección de otro), genera una imposición que debe producir resistencia. O rechazo. O resentimiento. O todos los anteriores. Y cuando Falcao se convierte en papá (es el momento en que pasa del Atlético Madrid a Mónaco), se lesiona y se incapacita. Pero, ojo, coincidencialmente el lío es cuando se vuelve papá y es papá como su papá. ¿Circunstancia para encontrarse con todo su resentir guardado y bloquearse? Posiblemente, ahora ya es papá como su papá…En Psicogenealogía se encuentran sorpresas así. No podemos cambiar la historia familia pero si podemos ‘verla’, hacer conciencia de ella y aceptarla sin resentimiento. Falcao necesita acompañamiento nacional y ayuda psicológica. Sin ello, allí se quedará lastimosamente. Porque cuando no se elige…

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