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A los ambientalistas fanáticos se les va a complicar la vida ahora...

18 de agosto de 2010 Por: Germán Patiño

A los ambientalistas fanáticos se les va a complicar la vida ahora que un grupo de científicos de catorce países ha empezado a encontrar pruebas sobre un período de calentamiento del planeta Tierra hace 130 mil años. Sí, 130 mil años, cuando no existían automóviles, fábricas ni otros inventos humanos que funcionaran a base de combustibles fósiles.Se trata del proyecto Neem (North Greenland Eemian Ice Drilling), que comenzó en el año 2007 y después de varios intentos de perforación consiguió extraer muestras de hielo que estaban a 2.542 metros bajo la capa que cubre la isla de Groenlandia. En las burbujas de aire atrapadas en ese hielo, los investigadores han identificado semillas, gases y polvo que dan pistas sobre la atmósfera y la temperatura de la tierra en el período paleolítico.Lo que han encontrado hasta ahora confirma las previsiones que tenían al comenzar el proyecto: en aquellos tiempos el planeta ya se había calentado hasta tres grados centígrados y el nivel del mar estaba por encima del actual en 15 ó 20 metros. ¿Y entonces, qué haremos ahora con Al Gore, que se reencauchó políticamente con su documental ‘Una verdad incómoda’ y hasta se ganó dos premios Óscar?Al señor Gore podríamos empezar por recordarle que la base principal de su razonamiento alarmista está coja desde el punto de vista de la lógica, porque está comprobado que el dióxido de carbono sencillamente no eleva la temperatura ni de la atmósfera ni del planeta. Que los científicos utilicen la presencia de ese gas para deducir el grado de calor que pudo haber en el pasado, no significa que el CO2 sea la causa del incremento de la temperatura.También podríamos decirle que la tierra parece presentar ciclos de calentamiento y enfriamiento de unos 20.000 años, por causas diferentes a la sola acción de los seres humanos. Y podríamos contarle sobre la explicación del científico serbio Milutin Milankovi’c, aunque le resulte una verdad poco conveniente. Según Milankovi’c, los cambios en la temperatura del planeta se pueden deber a que su recorrido alrededor del sol, que es casi circular, se modifica levemente cuando otros planetas se alinean y ejercen una fuerza gravitacional que lo acerca o lo aleja del centro del sistema solar. De allí que la órbita sea elíptica.No sobra advertir que al momento de recibir los premios, Al Gore gastaba veinte veces más electricidad y gas natural en su casa de Tennessee que un hogar promedio de su país y que cuando lo denunciaron sólo atinó a informar, a través de una vocera, que para compensar el despilfarro donaba dinero a una fundación que eliminaba fuentes de metano. O sea, que lo perdonaran, porque pecaba y rezaba.No soy tan optimista como para creer que a los resultados del proyecto Neem les van a dar una resonancia ni publicidad en los medios comparable a la de Gore. Existen evidencias de que el calentamiento del planeta es real, aunque sólo se haya medido la temperatura en los últimos 200 años. Pero hay demasiados intereses políticos y económicos en juego para que sigamos pensando que el fenómeno se debe a ciertas causas y no a otras. Al fin y al cabo, dentro de la comunidad científica también hay grupos de presión.