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Aguas para Cali

El pasado 28 de agosto de este año, El País informaba que...

12 de septiembre de 2011 Por: Germán Patiño

El pasado 28 de agosto de este año, El País informaba que “Para el año 2025, los altos niveles de contaminación del río Cauca y la disminución de su caudal ocasionarán que Cali enfrente el peor racionamiento de agua de su historia. Las proyecciones de expertos y del mismo Emcali vaticinan que el río Cauca, que surte de agua al 75% de la ciudad, no podrá brindar los volúmenes y calidad que se requieren para abastecer de manera adecuada” a la población de la ciudad.El problema viene de atrás, pues la decisión de hacer un acueducto con las aguas del río Cauca contaba con el grave inconveniente del bombeo, sin tener en cuenta entonces los preocupantes niveles de contaminación a que podrían llegar las aguas del gran río en su paso por Cali. Desde hace varias décadas se ha planteado la necesidad de contar con un proyecto financiera y ambientalmente viable que permita abastecer de agua potable a la ciudad.Hace al menos 10 años la CVC se decantó por tres posibilidades: 1. Embalse del río Cali, a la altura de Pichindé; 2. Trasvase de aguas del Pacífico al Cali, contando con ríos como el Grande y Yurumanguí; y, 3. Embalse en el río Timba. Se desecharon otras 9 opciones, entre las que se cuentan la utilización de los embalses de Salvajina y el Calima, entre otros.Desde entonces el tiempo se ha ido en discusiones sin que se tome decisión alguna. Y no está claro porque se desecharon las opciones de Salvajina y Calima, donde ya hay embalses realizados, lo que implicaría una inversión mucho menor, lo mismo que menos daños ambientales. Al final, llevamos diez años de atraso sin que exista aún claridad.Hemos perdido el tiempo en forma lamentable, mientras se acerca la fecha fatídica en que se pondrán al orden del día los racionamientos de agua mientras pagamos el servicio de acueducto más caro del país. Y resulta curioso que este macroproyecto vital para la ciudad no sea central en la agenda para la próxima alcaldía de Cali. De hecho sólo Susana Correa planteó algo al respecto, pero ya no es candidata y nadie le ha prestado atención al tema. Y puedo asegurar que, al lado del desarrollo de la educación inicial pública, no hay propuesta más importante.Como soy neófito en la materia sólo puedo acogerme al sentido común y preguntar, ¿por qué se han desechado las opciones de los embalses de Calima y Salvajina? ¿Será que cuestan menos y, por lo tanto, hay menos comisión? Pues no se entiende el empecinamiento con la construcción de un embalse en Pichindé, que generará menos metros cúbicos y además destrozará una riquísima zona ambiental. O el empecinamiento de algunos por traer aguas desde la vertiente del Pacífico sin tener en el pensamiento el daño ambiental que se podría producir en aquel frágil y variado ecosistema.Sea como fuere, la ciudad debe resolver este enojoso problema cuanto antes, pues desde el planteo de la solución, hasta su realización pueden pasar fácilmente otros 10 años, o más, si nos atenemos a la celeridad con la que aquí se construyen las obras públicas. Y además los costos aumentarán proporcionalmente.Los caleños del 2025 no le perdonarán a esta generación su indolencia e irresponsabilidad.