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Vergüenza nacional

“Me pesan los ojos de tanto llorar. Éramos un grupo de 37...

4 de agosto de 2016 Por: Gerardo Quintero

“Me pesan los ojos de tanto llorar. Éramos un grupo de 37 personas. Los hombres salieron primero y luego tuvimos que salir todos, mujeres, niños, perros, marranos”.Esto fue lo que dijo Andrea Agudelo, una mujer de 33 años, hace poco menos de un año mientras llegaba a Cúcuta. Al frente de la televisión o leyendo algún diario, millones de colombianos se sintieron indignados y pusieron el grito en el cielo porque el Gobierno de Venezuela expulsó a más de 20.000 colombianos, la mayoría indocumentados que hacían sus vidas en el vecino país. La rabia fue generalizada, desde el gobierno de Santos hasta el más humilde ciudadano de a pie acusó al régimen de Maduro de ser un fascista, atrabiliario, que atentaba contra los derechos humanos de miles de compatriotas. Los canales nacionales se ‘solidarizaron’ y mandaron sus cámaras para trasmitir horas y horas del drama de colombianos deportados de Venezuela.Pues bien, un año después cerca de dos mil cubanos se encuentran varados en Turbo y el Gobierno colombiano y miles de compatriotas ahora, en vez de ser consecuentes, claman por su deportación, por echarlos como perros u ofrecerles ‘generosas’ salidas como que se vayan con los ‘coyotes’ por Capurganá a ver si llegan a su destino soñado, Estados Unidos.Increíble la falta de coherencia, de respeto por los derechos humanos, de sensibilidad con cientos de cubanos que están huyendo precisamente de un régimen que nos les ofrece alternativas. Y el Gobierno colombiano, en vez de brindarles un apoyo, una salida, tenderles la mano con una residencia temporal, lo que hace es cercarlos, mandarles el terror disfrazado de policía antimotines y aviones que pasan rasantes por la improvisada invasión para que los niños y mujeres sientan lo que es terror.¿Esa es la humanidad pregonada que se exigía al gobierno de Maduro? Vergüenza es que debería darles tratar de esa manera a esos cubanos refugiados, cuando se sabe que si vuelven a la Isla el régimen los va aplastar o ¿es que creen que los van a recibir como héroes?Con la vara que mides serás medido, dice un sabio refrán popular. Qué mal sabor deja que un país que ha probado el dulce amargo del desplazamiento interno, en el que más de dos millones de personas han visto desmoronarse sus sueños y han tenido que huir de sus terruños por las amenazas de la guerrilla, paramilitares, narcos, etc, no pueda comprender el drama de estas personas ancladas y desesperadas en Turbo. Hace un año tuvimos una lección y qué mal la aprendimos.Sigue en Twitter @Gerardoquinte

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