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Partidos políticos, en el estiércol

Es tan terrible el desprestigio de los partidos políticos que hoy ningún candidato presidencial quiere llegar a la contienda representando a uno de ellos.

7 de septiembre de 2017 Por: Gerardo Quintero

Es tan terrible el desprestigio de los partidos políticos que hoy ningún candidato presidencial quiere llegar a la contienda representando a uno de ellos. Es evidente que ante la hecatombe que sufrieron por cuenta del nivel de incompetencia de sus integrantes, las actuaciones delincuenciales de muchos de ellos y las prácticas clientelistas y politiqueras de otros tantos, es casi que imposible que alguien se decida por llevar las banderas de cualquiera de los movimientos políticos actuales.

El último caso es tal vez el más patético de todos. El exvicepresidente Germán Vargas Lleras, quien como pocos sabe qué significa el poder y para qué sirve, anunció que buscará firmas para su candidatura. Vargas Lleras es miembro de una de las 30 familias que siempre han manejado el país como su hacienda y que, de seguro, fue ungido y presentado desde niño como el “futuro presidente”. Creció en las banderas liberales de su abuelo, luego en un ataque de independencia estuvo con el Nuevo Liberalismo de Galán, después con la coalición uribista, luego con Santos, hasta crear Cambio Radical. No se mueve una hoja sin el visto bueno del ‘príncipe heredero’. Tiene control absoluto sobre congresistas, sobre los Char y sobre la fauna política que come a su alrededor y espera paciente el momento en que sea entronizado. Ahora, como gran grito de libertad, anuncia que recogerá firmas. Cómo sería de engorroso el asunto que la misma noche en que reveló su decisión, se reunió con los 25 congresistas de su partido para informarles. Y aunque razones no le faltan, porque teniendo al lado en el equipo a ‘Kiko’ Gómez y Oneida Pinto es mejor tratar de desmarcarse, lo cierto es que queda la sensación de que considera a la gente muy ingenua para no entender la estrategia.

Nadie quiere ir en representación de los partidos y es entendible: según la última encuesta de Gallup, tienen un 87 % de imagen negativa, pero lo que está pasando en Colombia es vergonzoso. Con el anuncio de Vargas, ya son al menos seis los candidatos que lideran encuestas los que tratan de afianzar su aspiración a través de firmas. Sergio Fajardo, Clara López, Gustavo Petro, Alejandro Ordóñez y seguramente Humberto de la Calle, le apostarán a esta alternativa.

Esto demuestra que los partidos se convirtieron en un lastre y que el desbarajuste institucional del país, producto de la corrupción, creó un bache en la política muy peligroso para el futuro del país. Partidos débiles, sin estructura, alejados de su ideología, sin prestigio ni reconocimiento son el escenario ideal para candidaturas mesiánicas, desbordadas y amparadas en nombres que concentran el poder, que someten las leyes a su antojo, que persiguen a sus opositores y que son endiosados por los serviles de turno. Parece tarde para recomponerlos, extraviaron su oportunidad. La gente no cree en ellos y eligen por pálpitos, votan por “el que les digan”, o escogen al que haga las promesas más atrabiliarias… Ese es el nuevo país.

Sigue en Twitter @Gerardoquinte

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