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Medidas urgentes

Muy desconcertante resulta que dos ciudades del Valle del Cauca, además hermanas,...

28 de enero de 2016 Por: Gerardo Quintero

Muy desconcertante resulta que dos ciudades del Valle del Cauca, además hermanas, aparezcan en el listado de las más violentas, de acuerdo con el Colectivo mejicano Seguridad, Justicia y Paz, que elabora un ranking con las 50 ciudades del mundo con más de 300.000 habitantes donde se presenta la mayor tasa de homicidios. Cali y Palmira se ubican, de acuerdo con esta investigación, en los puestos octavo y décimo respectivamente. El informe señala que en la capital del Valle se presentaron el año pasado 1523 asesinatos, para una tasa del 64,27% por cada cien mil habitantes. Mientras tanto, Palmira, con menos habitantes que Cali, tuvo 216 homicidios, lo que representa, de acuerdo con su población, una tasa de 70,88 casos por cada cien mil habitantes.Si bien este estudio es cuestionado por algunos analistas de la violencia en la región, porque consideran que la metodología no es la apropiada, tampoco se puede esconder el sol con las manos y creer que navegamos en un mar de tranquilidad.De acuerdo con el general Nelson Ramírez, comandante de la Policía Metropolitana, en el 2015 Cali tuvo una reducción del 11% en los homicidios, ya que se presentaron 185 casos menos comparados con el 2014. Las cifras que manejan las autoridades locales son 1371 homicidios el año pasado, para una tasa de 58 asesinatos por cada cien mil habitantes.Y aunque se trata de un dato alentador, lo cierto es que aún las cifras de homicidios en Cali son muy altas para hacer de esta una ciudad segura. Un promedio de cuatro personas asesinadas por día resultan alarmantes, si a eso se suma el impacto que tiene sobre la comunidad delitos como los robos de celulares, el fleteo y las cruentas cuentas de cobro entre bandas criminales por el control del microtráfico.Urge, además, que las autoridades establezcan cuál es la relación para que dos ciudades vecinas, como Palmira y Cali, tengan unas tasas de homicidio tan alarmantes. ¿Operan las mismas bandas criminales? ¿Cuál es el impacto del microtráfico que se han apoderado de barrios enteros en ambas ciudades? ¿Qué relación hay entre el crecimiento de pandillas y el índice de asesinatos? Valga decir que la gobernadora entendió la grave situación que atraviesa Palmira y una de sus primeras decisiones fue establecer un plan desarme y una intervención militar y policial de la ciudad.¿Necesitará Cali un plan similar? Armitage tiene la palabra.

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