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La otra pandemia

Con el inicio de lo que los expertos han denominado la nueva normalidad, que no es más que un mensaje de ‘sálvese quien pueda o que entre Darwin y escoja'.

2 de septiembre de 2020 Por: Gerardo Quintero

Con el inicio de lo que los expertos han denominado la nueva normalidad, que no es más que un mensaje de ‘sálvese quien pueda o que entre Darwin y escoja’, hay una problemática de ciudad que no ha cedido ni a la cuarentena más estricta. Los hurtos en motocicleta se han multiplicado de una manera terrorífica. No hay duda de que esperar en un paradero, caminar por una calle o detenerse en un semáforo mientras se conduce y sentir el angustioso escándalo de las motocicletas que se van acercando es uno de los momentos más agobiantes que puede experimentar cualquier persona en esta urbe.

La ciudad vive en plena zozobra, hay un evidente deterioro de la seguridad y no es que antes no hubiese muertos o atracos, sino que las últimas dos semanas se han documentado en mayor medida, hay más videos de atracos infames como el del señor que arrojan a una fuente en Palmetto o el domiciliario que va por la Calle Novena y lo reducen de manera miserable. Todos estos videos tienen un impacto muy fuerte sobre la siquis de los ciudadanos.

Algunos claman por la llegada de militares, y salen a pedir que la ciudad quede en permanente toque de queda y con tropas del Ejército patrullando algunos barrios de Cali, sin tener en cuenta que eso tampoco es la solución. Sí, evidentemente la ciudad necesita un mayor pie de fuerza, que la gente perciba que Cali es una capital medianamente custodiada, pero también requiere de un poder de inteligencia en las autoridades que permita desmantelar esas bandas antes de que actúen y eso parece no existir. Pero, la verdad hay que decir que sobre todo necesitamos confianza, confianza para denunciar, confianza para sentir a esa autoridad como alguien que está con el ciudadano y lo que se evidencia también es que ese valor se ha resquebrajado. Ya sea por la connivencia que se ha demostrado en algunos casos entre delincuentes y agentes de Policía y en otras oportunidades por los atropellos de uniformados a gente del común.

También el Secretario de Seguridad debería mostrar más hechos, más planes, más acompañamiento. Estuve en el lanzamiento de la interesante propuesta del ‘agüelulo' que busca reactivar el sector de la rumba en Cali, tan golpeado en esta pandemia, y me sorprendió que en la mesa principal ni Carlos Rojas ni nadie de la Policía Metropolitana estuvieran presentes. Si ese piloto se va a hacer en Alameda y el Bulevar es indispensable que la gente se sienta segura, que en ese entorno será protegido.

La ciudad necesita que sus autoridades se enfoquen y trabajen unidos en un plan real para enfrentar a los raponeros, los narcotraficantes, las oficinas de sicarios… Hay una percepción de inseguridad muy grande, hay temor de salir, de recorrer una calle, de ir a una tienda, a un centro comercial. La reactivación de la economía pasa también porque la gente se sienta segura. Es hora de enfrentar esta otra pandemia que suma más víctimas que el propio coronavirus.

Sigue en Twitter @Gerardoquinte

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