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Justicia de mentiras

“La mejor justicia no siempre es la mejor política”, dijo alguna vez...

31 de octubre de 2013 Por: Gerardo Quintero

“La mejor justicia no siempre es la mejor política”, dijo alguna vez Abraham Lincoln, tal vez el presidente más significativo de Estados Unidos. Sin embargo, esta máxima se aplica en Colombia de una manera diferente, es decir, la justicia en beneficio de la política. El grotesco espectáculo que está dando la rama judicial en Colombia es tan grave para la institucionalidad del país, que ni los mismos integrantes de estas ramas parecieran comprender el daño que están haciendo a la credibilidad en la Justicia que necesita una nación que apenas se está formando.El escándalo protagonizado por el magistrado del Consejo Superior de la Judicatura, Henry Villarraga, de quien se conoció una grabación con el coronel Robinson Javier González para que su investigación pasara a la Justicia militar, es apenas la punta del iceberg de una rama que se encuentra sumida en una crisis vergonzosa.A esta denuncia se suman los jueces detenidos en Bogotá que cobraban hasta cien millones de pesos para amañar procesos, las peleas de galería entre la Contralora General y el Fiscal General, los debates que rayan en la bajeza entre el propio Fiscal y el Procurador, por el proceso de paz.¿Qué puede esperar un país si su sistema de Justicia es tan corrompido como el nuestro? La rama judicial hace agua y como siempre se hace en Colombia, la medida más expedita, anunciada por el presidente Santos, es hacer una reforma. ¿Y esa reforma esta vez qué objetivo tendrá? ¿Tener magistrados de bolsillo para el gobernante de turno? ¿Trazar en papel lo que nunca se va a cumplir?La justicia en Colombia hace agua. En las cárceles de Colombia, todos saben que el que tenga un peso de más podrá comprar jueces, evadir procesos, sepultar a otros, conseguir pruebas, amañar testigos, entrar alucinógenos, tener una celda propia. “Donde hay justicia no hay pobreza”, decía el filósofo chino Confucio, de allí que podamos entender porque este país tiene esa miseria tan rampante. Por eso dan risa esos anuncios del Gobierno Nacional diciendo que vamos a hacer parte del club de los países ricos del mundo. No se burlen de nosotros, no nos crean tan tarados. Los esfuerzos deberían dedicarlos más bien a limpiar la Justicia de tanto corrupto con toga de juez y magistrado y a transformar un poder en el que nadie cree.

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