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‘El show de Trump’

La mirada estallada en el piso, esa sonrisa sarcástica de quien trata de contener la rabia pero que se sabe a punto de explotar, la cara de desconcierto ante cada interrupción.

30 de septiembre de 2020 Por: Gerardo Quintero

La mirada estallada en el piso, esa sonrisa sarcástica de quien trata de contener la rabia pero que se sabe a punto de explotar, la cara de desconcierto ante cada interrupción. Todos los que hemos padecido al soberbio personaje que no deja hablar, el que interrumpe cada vez que tratamos de exponer algo, el que quiere hacernos quedarnos mal, el que no le gusta que lo contradiga… Sí, todos los que hemos tenido en frente al insufrible personaje, sabemos lo que padeció Joe Biden el martes en ese circo que aparentaba ser un debate. Esas miradas, la sorpresa de quien se pregunta ‘qué hago aquí para debatir qué con quién, sino se puede’, es lo que experimentó el pobre Biden con el impresentable presidente de Estados Unidos.

La calidad de la discusión es ejemplo de cómo las democracias atraviesan uno de sus peores momentos. Que un personaje de tan cuestionables calidades humanas, profesionales e intelectuales sea el jefe de Estado del país faro del sistema democrático produce una amargura solo superada por la sensación que deja la inminente reelección del millonario que paga 750 dólares de impuestos.

Y es que la crisis de Estados Unidos se evidencia en un tipo que no es capaz de condenar a los supremacistas blancos, que está dispuesto a tirar la mesa del ajedrez con tal de no reconocer una eventual derrota y atiza las barras bravas advirtiendo que su país se encamina hacia un fraude electoral. Fue tal el hastío de Biden con las interrupciones y grosería de Trump, que terminó saliéndose de casillas y llamó finalmente a Trump lo que es, un racista, payaso, mentiroso.

Y es que lo de Trump raya en la demencia. Su sobrina, Mary Trump, lo calificó como un “narcisista que ahora amenaza la vida de todos los estadounidenses”. En su libro ‘Demasiado y nunca suficiente: cómo mi familia creó al hombre más peligroso del mundo’, lo describe como un fraude e intimidador. Esta sicóloga dice que “Donald no es simplemente débil, su ego es algo frágil y debe ser reforzado en todo momento porque sabe en el fondo que no es nada de lo que dice ser”.

“El verdadero poder es el miedo”, lo dijo Trump el 31 de marzo de 2016 en una entrevista al postularse a la presidencia. Así lo recuerda el periodista Bob Woodward, en su libro ‘Miedo, Trump en la Casa Blanca’, en el que narra la forma de comunicar autoritaria y sin precedentes en Estados Unidos. Y es a través del miedo que tiene a sus fanáticos electores blancos convencidos. Miedo a los negros, latinos, asiáticos.
Miedo porque vienen los ‘comunistas’ disfrazados de Biden a quitarles todos. Miedo porque “nos van a robar las elecciones”. En otras palabras, ‘El Show de Trump’, como dice Mark Singer, en otro de los ensayos sobre el perverso personaje.

Los próximos debates serán más ácidos y Trump hará lo que mejor le sale, no dejar hablar, interrumpir a su contrincante, insultar y sacarlo de casillas. Las armas que tanto gustan entre sus simpatizantes.

Sigue en Twitter @Gerardoquinte

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