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Un voto de confianza

Año y medio de Alcaldía de Maurice Armitage. Buen momento para hacer un balance y reflexionar sobre nuestra ciudad. Más cuando hay problemas críticos y la imagen del mandatario ha desmejorado, por decisiones controvertidas o que siendo adecuadas han sido mal comunicadas, o simplemente porque han tenido eco quienes le buscan la caída por razones políticas y lo criticarán porque sí y porque no, así pierda la ciudad.

30 de julio de 2017 Por: Francisco José Lloreda Mera

Año y medio de Alcaldía de Maurice Armitage. Buen momento para hacer un balance y reflexionar sobre nuestra ciudad. Más cuando hay problemas críticos y la imagen del mandatario ha desmejorado, por decisiones controvertidas o que siendo adecuadas han sido mal comunicadas, o simplemente porque han tenido eco quienes le buscan la caída por razones políticas y lo criticarán porque sí y porque no, así pierda la ciudad.

Un análisis objetivo de la labor del Alcalde debería conducir a una nota de aprobación empezando por lo social, pese a la dificultad de satisfacer las enormes necesidades para hacer de Cali una ciudad más equitativa y de oportunidades, con menos pobreza. Igual debería ocurrir con la modernización de la Administración, el manejo impecable de los recursos, y el estilo cercano del Alcalde a la gente dada su sencillez y franqueza.

Pero hay cuatro temas que son el dolor de cabeza de los caleños y que son prioridad del Alcalde: la movilidad -con el MÍO a la cabeza-; la seguridad -pese a una tendencia a la baja en los homicidios-; la cobertura y calidad en los servicios públicos -que pasa por Emcali-, y la generación de empleo, cuyo éxito depende de los primeros tres pues sin aquellos la competitividad flaquea y la generación de empleo queda amenazada.

Por una razón sencilla: la movilidad, la seguridad, y los servicios, son claves para la calidad de vida de las personas y para la creación y llegada de empresas, pequeñas o grandes. Eso lo tiene claro el Alcalde quien toda su vida ha sido un empresario. Una ciudad, como un país, progresa generando riqueza y no pobreza, y si lo básico no está garantizado, por más atractivos que tenga una ciudad, la inversión no llega o se va.

De ahí la importancia de solucionar los problemas en movilidad, seguridad y servicios. Además de los proyectos de infraestructura en marcha –por valorización o de crédito, es indispensable que el MÍO sea viable financieramente y tenga un sistema robusto de rutas alimentadoras que ofrezca a los caleños un mejor servicio. Si eso no se hace el MÍO se acaba y volvemos a la edad de piedra en transporte, impactando la movilidad.

En servicios públicos para nadie es un secreto que tenemos una red vieja que reclama inversión, comunas sin buenos servicios, y que telecomunicaciones de Emcali cada día vale menos. Si Cali desea tener una empresa de servicios importante y de alcance nacional, que además le aporte al municipio recursos, se debe focalizar en lo que le es rentable, y mirar opciones estratégicas que le permitan ofrecer servicios de calidad.

En seguridad Cali ha ensayado de todo. La tasa de homicidios ha disminuido -aunque sigue siendo alta- pero el atraco a mano armada es alarmante. De ahí la importancia que se le está dando al tema entendiendo que algunos delitos tienen una causa social. Pero toca fortalecer la “seguridad dura”; más policías, mejor inteligencia, y cámaras en los sitios calientes y donde el atraco armado está disparado. Y aplicar la ley a rajatabla.

Maurice Armitage ha cometido aciertos y errores, inevitable en un funcionario. Pero es un Alcalde comprometido, camellador y transparente. Y tiene clara la importancia de los temas señalados y está trabajando para solucionarlos. Pero no puede hacerlo solo. La ciudad requiere decisiones de fondo, populares e impopulares, para lo cual es importante el entendimiento y apoyo ciudadano. Un voto de confianza en el Alcalde.

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