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“Dios te hizo así”

El papa Francisco no es moneda de oro para caerle bien a todo el mundo. Mientras unos cuestionan los cambios que impulsa en la Iglesia Católica, otros los consideran tímidos.

25 de octubre de 2020 Por: Vicky Perea García

El papa Francisco no es moneda de oro para caerle bien a todo el mundo. Mientras unos cuestionan los cambios que impulsa en la Iglesia Católica, otros los consideran tímidos. Y hay quienes opinan que ha hecho un pontificado histórico, por su calidad humana y en particular por su posición reveladora frente a temas polémicos como la pederastia en la Institución y el homosexualismo, que podría conducir a un cisma en el catolicismo.

Le tomó tiempo y trabajo al Papa para asimilar la gravedad de lo que ocurre en la Iglesia en materia de abuso sexual de sacerdotes contra menores de edad. En un principio lo negó y pidió pruebas. Luego entendió la dimensión recurrente de los hechos, en especial en Estados Unidos, Irlanda, Alemania, Reino Unido, Australia y Latinoamérica -incluidos Chile y Colombia-, y que comprometen a altos jerarcas por acción o por encubrimiento.

Solo en Estados Unidos hay 7000 sacerdotes denunciados por pederastia desde 1950. En Colombia, la Fiscalía investiga a 57 miembros del clero y a abril de 2020 la Iglesia había suspendido a 19 por abuso sexual a niños y jóvenes. En el mundo, poco a poco, se han ido conociendo casos aberrantes y dolorosos de quienes fueron víctimas, y hoy día el Papa no oculta su indignación ni ahorra palabras para condenar estos viles hechos.

También ha habido un giro en la posición de la Iglesia sobre el homosexualismo. A raíz de una interpretación de las Escrituras, a través de la historia este comportamiento ha sido considerado contrario a la ley natural y al orden establecido por Dios. Por eso, el homosexualismo y en especial la legalización de la unión entre personas de un mismo sexo, ha sido condenado durante siglos por la Iglesia, incluido el actual Obispo de Roma.

Es así que el propio Papa, siendo cardenal en su país, se opuso al matrimonio civil entre personas de un mismo sexo, señalando se trataba de una “pretensión destructiva del plan de Dios”. Pero esta postura -acertada para unos y radical para otros- ha cambiado. Hace unos años levantó polvareda cuando advirtió que él no era nadie para juzgar a las personas homosexuales y que quienes los rechazan “no tienen un corazón humano”.

Y esta semana, en un documental sobre su vida, respaldó la unión civil entre personas de un mismo sexo: “Las personas homosexuales son hijos de Dios y tienen derecho a una familia y a estar cubiertos legalmente.” Ha trascendido el caso de un periodista chileno abusado de niño ocho años por un párroco, a quien el Papa pidió perdón en nombre de la Iglesia y además le dijo: “que seas gay no me importa, Dios te hizo así y te quiere así”.

Esta nueva posición, polémica, pareciera reflejar la realidad social y de la propia Iglesia. La atracción entre personas de un mismo sexo se remonta al origen de la humanidad y el homosexualismo no es ajeno a la Iglesia Católica, como tampoco a otras instituciones. Varios papas eran homosexuales y hay quienes consideran que el alto número de casos de pederastia en la Iglesia podría tener relación con el homosexualismo en la misma.

Esta reflexión no tiene ánimo de crítica: es un reconocimiento a la Iglesia y en particular al Papa. Aceptar la existencia, dimensión y gravedad de los casos de pederastia en la Institución no debió ser nada fácil; un acto de contrición histórico. Tampoco debió serlo afirmar que los homosexuales son igualmente hijos de Dios y que la ley debe cobijarlos, un tema espinoso para muchos católicos pese a que esta comunidad religiosa, como ha de ocurrir en otras, cuenta con sacerdotes y feligreses heterosexuales y homosexuales.

Sigue en Twitter @FcoLloreda

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