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Introspección

La Semana Santa invita a una profunda meditación sobre el estado de...

28 de marzo de 2015 Por: Fernando Cepeda Ulloa

La Semana Santa invita a una profunda meditación sobre el estado de la Nación. La Universidad del Rosario, en este caso bajo la batuta del doctor Carlos Holmes Trujillo, propició un ejercicio que duró un día y medio en el cual ministros, jefes de los partidos, académicos y periodistas realizaron un diagnóstico que, infortunadamente, no fue bien registrado en los medios de comunicación.Es urgente que hagamos un ejercicio de introspección sobre lo que está pasando y sus implicaciones para el próximo futuro. Algunos temas. En primer lugar, el Proceso de Paz. La ciudadanía se inquieta al escuchar planteamientos de las Farc tan contundentes como desafiantes. Piensa que si hablan ahora de esta manera, cómo será después. La división de la opinión pública al respecto persiste, si le damos crédito a viejas y a nuevas encuestas.La relación gobierno-partidos de oposición (Centro Democrático, Polo Democrático) deja mucho que desear. Las reglas de trato, indispensables, no son las mejores. El gobierno se declara tergiversado y calumniado; la oposición se siente maltratada, alega persecuciones, considera que no cuenta con recursos de comunicación o de información o de otra naturaleza, para ejercer bien su tarea. El ejercicio en la Universidad del Rosario fue muy diciente, con intervenciones de Clara López, Paloma Valencia y el profesor francés Yann Basset. La situación de la educación se ha tornado escandalosa. Rectores, exrectores, van a la cárcel: Universidad Autónoma de Barranquilla, San Martín, Universidad de Pamplona (esta última hace los concursos de méritos muy cuestionados para la Procuraduría, la Policía Nacional). Los indicadores de calidad sobre los colegios son desconcertantes. Por fortuna, la ministra Parody obra con diligencia, pertinencia y audacia. En un año de elecciones territoriales lo que ocurre con gobernaciones y alcaldías es altamente preocupante. Gobernadores y alcaldes van a la cárcel y regresan a la contienda electoral. Ya no hay escrúpulos, tampoco se valora el decoro político. La convergencia de muchos actores interesados en saquear el tesoro público indica que hay casos deplorables de crimen organizado, en ocasiones con utilización de intimidación, extorsión y cosas peores.Una clase política regional y municipal desconceptuada, lo cual genera altos índices de abstencionismo que alimentan la elección de congresistas también en contravía del aprecio ciudadano. Por qué sorprenderse ante la dura estadística sobre insatisfacción con política y políticos, registrada por la encuesta global de Pew Research.La prolongada crisis de la Rama Judicial refuerza la desconfianza en las instituciones, deja sensación de inseguridad e impotencia, ¿acaso ya no hay guardián en la heredad? Sin Justicia, escribió San Agustín, ¿qué son los reinos sino grandes latrocinios? La sociedad civil tiene un deber de vigilancia crítica que no ha ejercido debidamente.El posconflicto es mirado por muchos como tranquilidad, sosiego, armonía. No es así. Es, por fortuna, el final del conflicto armado, sólo eso. Y la iniciación de un aumento significativo de conflictividad política, económica y social. Estamos invitando a los grupos armados ilegales a que dejen de ser fuerza política armada y se conviertan en fuerza política desarmada; que concentren sus energías en lucha civilizada por el poder, tanto electoralmente como en el terreno de la movilización de la protesta social en todos los sectores. Clinton diría: es la política, estúpido.

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