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Abstención

El fenómeno más preocupante con ocasión del plebiscito fue la enorme abstención....

15 de octubre de 2016 Por: Fernando Cepeda Ulloa

El fenómeno más preocupante con ocasión del plebiscito fue la enorme abstención. 63% de los ciudadanos con derecho a votar, resolvieron guardar silencio. Es una cifra que nos lleva a afirmar que la nuestra es una “democracia de la abstención” como dijeron de la francesa, Celine Braconnier y J.Y. Dormagen. Es que el 16 de junio de 2002 se batió un récord histórico en la elección de los diputados de la Asamblea Nacional francesa, cuando solamente 60,3% de los ciudadanos inscritos votaron. Una cifra baja jamás registrada desde 1848 cuando se introdujo el sufragio universal.¿Democracia de la abstención? Sí, según estos profesores es “aquella en la cual el acto de votar no moviliza, en cada escrutinio, sino una minoría de ciudadanos”. Ellos encuentran una coincidencia entre la mayoría social y una minoría electoral. O sea, hay una sobrerrepresentación en las urnas de los sectores afluentes y educados, mientras se produce una deserción de los sectores populares. ¿Existe esa relación en Colombia? ¿Es así solamente en los centros urbanos? ¿Hay, como se decía antes, un voto cautivo de los sectores menos favorecidos en el mundo rural y en la parte ruralizada de nuestras ciudades?El tema ha sido abandonado entre nosotros, pero está adquiriendo vigencia en los países desarrollados. Las dimensiones de la abstención entre nosotros requieren máxima atención. ¿Por qué el 63% de los potenciales votantes prefieren callar, aun cuando se trata de decir Sí o No a un tema central de la vida política, económica y social? ¿Indiferencia? ¿Rechazo? ¿Incredulidad? ¿Desesperanza? ¿Cinismo? ¿Excesiva confianza en lo que puede ser el resultado? ¿Inconsciencia? Y lo interesante es, que de parte de los encuestadores y, en consecuencia, de los políticos que buscan votos, aún los de izquierda, hay un gran desentendimiento frente -repitamos- a la situación de los abstencionistas. Se parte de la base de que es tiempo perdido tratar de movilizarlos.Que la campaña de alta intensidad en favor del Sí sólo haya logrado el 18% de los votos potenciales, es asombroso. Que la del No, con menos recursos, es cierto, le haya ocurrido lo mismo, es, también, asombroso. Es que en el primer caso estaban involucradas a fondo la izquierda en todos sus matices. Que la izquierda antiestablecimiento corra la misma suerte en una elección crucial, deja muchos interrogantes que ojalá pudiéramos responder. Es decir, ¿la abstención más que mayoritaria no es un voto disponible para las izquierdas en una elección crítica y de su máximo interés? Es que, en este caso, todas las fuerzas políticas han quedado cuestionadas. ¿Por qué no pueden llegar a más del 60% del electorado? ¿Es acaso inalcanzable esa posición más que mayoritaria de la ciudadanía, en capacidad de votar?Algo va de la votación masiva que recibió el acuerdo entre liberales y conservadores, el 1 de Diciembre de 1957, a esta más que precaria votación para el Acuerdo con la potencial nueva fuerza política. Entonces, en 1957, el Pacto fue aprobado por 4.169.294 votos, contra 206.654 negativos y 20.738 en blanco. Para qué sacar porcentajes. Un consenso abrumador que le dio piso político y legitimidad al Frente Nacional. Así desapareció el sectarismo político que tanto daño le hizo a Colombia.El Sistema Político requiere un diagnóstico serio que dé lugar a una estrategia que permita un mejoramiento integral.

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