El pais
SUSCRÍBETE

Inicio

Artículo

Una verdadera ignominia

Contrario a lo que ocurre en las demás obras de 4G que se vienen construyendo en otras regiones del país, las del Valle no corrieron con igual suerte.

15 de marzo de 2020 Por: Ernesto De Lima

Pese a los esfuerzos del actual Gobierno Nacional y de varios de los que lo antecedieron para reducir los innumerables trámites de todo orden que debemos cumplir los ciudadanos para realizar cualquier transacción o para acometer una obra, buscando que el país sea más eficiente, la verdad es que esos loables propósitos están muy lejos de ser alcanzados.

La mejor prueba de ello la constituye la demora de más de cinco años por parte de la Agencia Nacional de Licencias Ambientales, Anla, en otorgar la licencia ambiental requerida para la construcción de la carretera Mulaló-Loboguerrero. Con una extensión de aproximadamente 30 kilómetros, esa vía acortaría la distancia que debe recorrer un camión entre el suroccidente del país y Buenaventura en aproximadamente 50 kilómetros. Y el tiempo de viaje se reduciría en al menos una hora, dada la menor altura de la Cordillera Occidental por donde está trazada, en comparación con la que conecta a Buga con Loboguerrero.

Lo anterior sin duda se traduciría en menores costos para los transportadores y sus usuarios, mejorando la competitividad de todos estos. Pero como la Corte Constitucional determinó que toda nueva obra que se planee construir en el país debe ser concertada con las comunidades de la región, esto se ha convertido en un verdadero escollo para los contratistas de dichas obras, y como los líderes de algunas de esas comunidades buscan algún beneficio personal para otorgar el beneplácito requerido para la iniciación de los trabajos, nada que esa importante obra arranca.

Como lo mencionó Luis Guillermo Restrepo en una de sus sesudas columnas sobre este tema, “hace años se constituyó una fiducia de seiscientos mil millones de pesos que duerme el sueño de los justos, mientras que el concesionario de la obra ha invertido doscientos cincuenta mil millones y todavía no ha construido el primer centímetro de carretera. Todo se ha ido en estudios y más estudios, en contentar a las comunidades y en lidiar con la Agencia Nacional de Licencias Ambientales que pide cosas como mover cincuenta mil cactus y ha solicitado otros estudios que durarán por lo menos otro año si es que no les da por pedir más” .

Pese a las buenas intenciones de la actual ministra de Transporte, doctora, Ángela María Orozco, quien en una reunión convocada por nuestro congresista Christian Garcés nos manifestó que ella y su equipo vienen realizando ingentes esfuerzos para lograr la asignación de recursos para la financiación de esa vía, así como para la terminación de la doble calzada entre Buga y Buenaventura y el dragado del canal de acceso al puerto. Contrario a lo que ocurre en las demás obras de 4G que se vienen construyendo en otras regiones del país, que de tiempo atrás garantizaron su financiación mediante la asignación de vigencias futuras, las arriba citadas no corrieron con igual suerte.

Lo anterior me lleva a pensar si esto no tendrá que ver con el hecho de que desde hace 50 años ningún vallecaucano ha ocupado el Ministerio de Transporte (!)

***

Coletilla: Deseo expresar mi solidaridad con los accionistas y directivos del diario El País, el más importante medio de comunicación escrito de nuestra región, que ha decidido acogerse a la Ley de Restructuración Financiera, deseándoles el mayor éxito en esa gestión.