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El Papa valiente 180928

La decisión del papa Benedicto XVI de retirarse el próximo 28 de...

12 de febrero de 2013 Por: Mario Fernando Prado

La decisión del papa Benedicto XVI de retirarse el próximo 28 de febrero cayó como un baldado de agua fría a millones de católicos de todo el mundo. Nadie se esperaba semejante determinación fuera de quienes integran sus anillos más cercanos.Vendrán ahora toda suerte de conjeturas en torno a esta renuncia o dimisión, creo que la segunda que se produce en el Vaticano, y no faltarán quienes afirmen que fue presionado u obligado ante la crisis que padece la Iglesia Católica en el mundo.Y es que si por Latinoamérica y en particular por Colombia llueve, por Europa y más concretamente en Roma no escampa. Sumido en unas contradicciones con el mundo actual, el catolicismo enfrenta serios problemas con su feligresía cada vez más esquiva y padece una carencia de vocaciones que no puede seguir ocultando.Y el llamado rottweiler del Vaticano, aquel alemán con pinta de Nazi y mirada muy distinta a la de un Juan Pablo II y que posó de hombre fuerte en su cardenalato y quien iba a imponer la mano dura para que los fieles se alinderaran en torno a un radicalismo ultra conservador, se quedó viendo un chispero porque una cosa fue Ratzinger y otra muy distinta ha sido Benedicto.Sin embargo y por fuera de su rictus de pocos amigos y su enigmático ceño fruncido a todas horas, esta especie de abdicación es un acto de valor sean cuales sean sus causas, bien por motivos de salud o por discrepancias con el santo santorum de las altas jerarquías de la Iglesia.El saber retirarse a tiempo es pues un ejemplo que debemos aplaudir y respetar. Es todavía muy temprano para hablar de sucesores y no demoramos en creer que nuestro Cardenal pueda ser ungido como Sumo Pontífice en esos ataques tropicalistas que nos caracterizan o en apostarle a que tendremos un Papa negro que haga juego con el presidente Obama.Ojalá que este modelo de comportamiento lo siguieran de ahora en adelante tantos y tantos dirigentes que se atornillan a sus puestos y sólo los dejan cuando la parca va por ellos. Dar ese paso al costado para que otros con más juventud o con más bríos prosigan una labor es un acto -repito- de valentía para bien propio y el de los demás.Cuántos muebles viejos, chuchumecos y gagas no deberían seguir los pasos de Benedicto en lugar de insistir en eternizarse y embarrarla manga por hombro apoltronados en lo que fueron y no en lo que son y menos en lo que serán.La Iglesia, emproblemada hasta los tuétanos urge de nuevas caras y nuevas visiones a futuro y la perpetuidad del Papa era una papa caliente que iba a ahondar aún más ese peligro de, o no decidir o decidir mal qué es lo que suele suceder cuando estás que te vas y te vas y te vas y no te has ido.***P.D. Mucha acogida han tenido las pancartas instaladas por Oye Cali entre los kilómetros 4 y 6 de la carretera al mar con la leyenda “No más asaltos en esta vía”. Así las bajen y nos multen las vamos a seguir colocando hasta que cesen los atracos en ‘Terror Coloriado’ un barrio de gente buena y trabajadora al que le han pintado sus fachadas con colores pintorescos mientras que la procesión va por dentro.

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