Parolín antes del Papa

La visita del Papa a Colombia debe incluir una estación en Buga. Para ello propongo una estrategia geopolítica: invitemos a la mayor brevedad al Secretario de Estado del Vaticano, el cardenal Pietro Parolín. Demostrémosle a él por qué merecemos que Francisco se detenga en la Ciudad Señora.Logremos una visita breve pero contundente, dada las ocupaciones del Cardenal. Llegaría en la noche, una cena liviana y al día siguiente lo sorprenderemos a las 5 a.m. con un gran Rosario de la Aurora. A esa hora todos, descansados y vigorosos, saldremos a la calle con pancartas que digan: “En Buga, estamos con Parolín”. Miles de mujeres y hombres con Parolín desfilando pero guardando una prudente distancia, especialmente con las señoras de la cofradía del Perpetuo Socorro. Haremos el recorrido por las coloniales calles. Al darle la vuelta a la Plaza de Cabal, asiento de tantos pensionados, el desfile acelerará pues el tema de Parolín seguramente será indiferente a los veteranos caballeros.Al terminar el rosario, tendremos un desayuno comunitario. El lema ‘La felicidad es compartir con Parolín’. Este se emocionará en grado sumo. Después se iniciará un acto protocolario donde el Alcalde le dirá que jamás había visto una ciudad íntegramente con Parolín. La Academia de historia entregará edición de lujo del libro ‘Historia de los Parolines en Buga’, investigación hecha por el Dr. Hernán Escobar Renjifo, historiador y sobre todo gran urólogo, con manos sutiles como plumillas. Nadie como él podría hacer mejor ese trabajo.De ida para el aeropuerto, en todo el recorrido las comunidades saldrán a recordarle al visitante su alborozo. Carteles como “Hasta Sonso con Parolín” conmoverán al prelado pero especialmente cuando los de Guabas y Guabitas muestren una leyenda gigante: “Todas las Guabas sentimos a Parolín como nuestro”.Al llegar al aeropuerto habrá una pancarta gigante y evocadora “Con Parolín... mientras tengamos vida”. Cuando los pensionados del Parque Cabal sepan de esta consigna saldrán raudos hacia Palmaseca, pero será tarde. Ya Parolín desde el avión comentará que no ha visto fe más “estable y duradera” que la de Buga. Y que es mejor no saltársela.