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Y apenas estamos a 11

Se había demorado la Alcaldía de Cali en tomar medidas para tratar de frenar la expansión del covid en la ciudad.

10 de diciembre de 2020 Por: Diego Martínez Lloreda

Se había demorado la Alcaldía de Cali en tomar medidas para tratar de frenar la expansión del covid en la ciudad.

Y es que en las últimas semanas las cifras de contagio en Cali y el Valle han mostrado un crecimiento preocupante. El martes, incluso, tuvimos en el departamento la cifra récord de infectados en un solo día: 1400.

Más preocupante es que la ocupación de las camas covid en las Unidades de Cuidados Intensivos ha crecido en similar proporción.

En Cali esa ocupación es del 68% y en el Valle del 80%. Incluso las dos clínicas más importantes de la ciudad han llegado a tener, durante algunos días, ocupaciones del 100%.

Lo que no significa necesariamente que permanezcan con esa ocupación porque, como explica María Cristina Lesmes, secretaria de Salud del Valle, “la ocupación de las clínicas no es una constante sino una dinámica, en donde los pacientes entran y salen”.

Aunque la situación es compleja, no es tan grave como aseguran algunos correos que han venido circulando por WhatsApp en los que un supuesto médico de la Valle del Lili asegura que las urgencias de la clínica están colapsadas.

Ese supuesto médico no existe y lo que dice es una fake news que algún desocupado interesado en crear pánico ha enviado. No hay que dejarse paniquear pero sí hay que tener cuidado y tomar medidas.

En ese sentido, uno esperaría que las anunciadas por la Alcaldía fueran más drásticas. Está bien que decrete el toque de queda nocturno, pero debía ser en un horario más amplio. Al menos, a partir de las 11:00 p.m.
Porque entre una y las cinco de la mañana no es el lapso en el que la gente más bebe.

Se entiende la preocupación del Alcalde de no afectar a los bares y discotecas que de por sí están reventados. Pero hay que conciliar el interés económico de algunos sectores con las urgencias sanitarias y en ese sentido mientras persista la pandemia la gente tiene que acostumbrarse a rumbear más temprano y con moderación.

Odio ser alarmista, pero la situación es como para pararle bolas: contagios en aumento y las UCI con alta ocupación. Y apenas estamos a 11 de diciembre.

Falta la parte más dura del fin de año: las novenas, las cenas navideñas, las reuniones familiares y toda clase de encuentros que se prestan para que se presenten aglomeraciones.

A los centros comerciales hay que pedirles que sean más estrictos con el aforo que están permitiendo porque el fin de semana fui a un par de ellos y salí corriendo ante las multitudes con las que me topé. Especial atención deben poner durante los dos próximos fines de semana cuando a mucha gente le pagan la prima y sale a hacer sus compras navideñas.

Si no hacemos conciencia de la necesidad de no hacer reuniones grandes y con desconocidos, a finales de mes la situación puede ser dramática. Y ahí sí las UCI pueden colapsar.

A la Alcaldía hay que respaldarla por las medidas que está tomando pero hay que pedirle que tome decisiones más acordes con la magnitud del problema.

Sensatez y cordura es lo que todos debemos tener durante esta temporada de fin de año.

Aplacemos los deseos de celebración para el 2021, cuando seguramente gracias a las vacunas que ya comenzaron a aplicarse en Europa, la situación será mucho más normal.

Ojalá así sea.

Sigue en Twitter @dimartillo

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